Mi Ceo Papi

Capitulo 16 ¿Te gusta arrojarte sobre mi?

Jay Ning no era el tipo de niño que tendría demasiada afinidad con un extraño. Fue un comportamiento extraño para Nicole Ning ver venir de su hijo.

La actitud amistosa de Jay hacia Kerr hizo que Nicole se sintiera un poco preocupada mientras lavaba un tazón.

"¿Está todo bien, Nicole?"

Cuando Kerr preguntó, se dio cuenta de que ella seguía limpiando el tazón y no podía escucharlo en absoluto, lo que inmediatamente hizo que se inclinara hacia Nicole muy cerca.

Sin embargo, las intenciones de Kerr nunca tuvieron la intención de asustar a Nicole, ya que la tomó con la guardia baja.

"¡Oh Dios mío!" Las manos de Nicole instantáneamente dejaron caer el tazón tan pronto como notó a Kerr.

El cuenco mojado que soltó Nicole golpeó el suelo con tanta fuerza que hizo que el piso estuviera resbaladizo, lo que provocó que Nicole se resbalara cuando se dio la vuelta y cayó directamente sobre Kerr mientras su reacción subconsciente era cerrar los ojos.

Fue muy afortunado para Nicole tener a Kerr a su lado para evitar que se cayera. Kerr no pudo evitar preguntar con una sonrisa en su rostro. "¿Te gusta arrojarte sobre mí?"

Mientras la sostenían con fuerza en los brazos de Kerr, decidió no seguirle el juego.

"¿Parece que estoy coqueteando contigo? Simplemente me asustaste y casi me lastimas". Nicole estaba un poco enojada con él.

La vergüenza la hizo sonrojar mientras se ponía de pie con las manos sobre la barra del bar.

"Entonces, ¿qué hay de la última vez?" Kerr no podía dejar de mirarla a los ojos, mientras ella luchaba por mantener los ojos fijos en él.

La situación se estaba volviendo un poco intensa mientras él persistía y la abrazaba con más fuerza para acercarla a él cada segundo que pasaba.

Nicole se sintió incómoda y dudó en acercarse un centímetro a él. "No olvides que fuiste tú quien vino a mi casa sin ningún tipo de invitación. No deberías haberme preguntado si me gustaba tirarme encima de ti en primer lugar. Eso no fue agradable".

Hace unos días, obligó a una pobre mujer a abortar en contra de su voluntad. Nicole siempre se prometió a sí misma que se aseguraría de traer las mejores cosas posibles a la vida de Jay. Y como figura paterna, Kerr ni siquiera era una opción.

"¿De verdad crees que vine aquí solo porque quería?" Kerr continuó mientras todavía sostenía a Nicole en sus brazos. "Jay quería que estuviera aquí. Así que acepté su amistosa invitación".

No podía creer lo ingenuo que era. "Realmente pensé que no eras lo suficientemente tonto como para tomar las palabras inocentes de un niño demasiado en serio".

Los cuerpos de Nicole y Kerr estaban a solo unos dedos de la distancia que incluso podía escuchar los latidos de su corazón como una ametralladora disparada justo al lado de sus oídos. Lo único que deseaba en ese momento era deshacerse de sus brazos alrededor de su cadera.

Aunque podía sentir la incomodidad en ella, no la soltó.

Kerr inclinó la nariz hacia su cuello y olió. "¿Es ese perfume lo que huelo? Ese es el perfume más dulce que he olido". Fue en este momento que Nicole estuvo a segundos de comenzar a enloquecer.

Estaba tan absorto en su fragancia que siguió olfateando hasta su oreja derecha. Kerr nunca antes se había sentido tan atraído y emocionado por el aroma de alguien.

Por otro lado, Nicole nunca se había sentido tan nerviosa. Como no había forma de que Kerr la dejara en paz, decidió empujarlo hacia atrás.

Luego, se agachó para recoger los pedazos rotos del cuenco.