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Jorge

Aquel chico me sonrió de una manera tan tierna que me hizo sentir bien

Al sonreír cerraba sus ojos y sus mejillas se elevaban como niño con una travesura en mente

Me invitó a aquella plaza donde nos encontramos por primera vez y acepte

Realmente no quería seguir en aquel puente luego de saber que pude haberlo echo y quedarme sin mirar aquellos ojos miel que transmitían tanta paz

Llegamos a la plaza y nos sentamos en la banca que suelo usar frecuentemente

Una banca al fondo de la plaza entre un camino de arbustos y árboles que daba la espalda a una librería hermosa

A pesar de que no siempre llegaba el silencio a aquel lugar del parque era muy tranquilizante paras horas ahí

Nadie te decía nada ni te miraba raro

Nadie te llamaba bicho ni te repetía que eras un error

Aquel chico me platicaba de sus aventuras, del como llego de México el fin del mundo
Y como conoció gente increíble

El era muy interesante y lindo

Bastante risueño el muchacho... suficiente para alegrarme el día

Cayó la noche y tenía que volver a mi casa...a mi sufrimiento

Sabía que mis padres se pondrían locos cuando llegara ya que iba una hora tarde

Eran las 11 de la noche y Diego me acompaño hasta la esquina de mi casa

D:aquí te dejo, no quiero meterte en problemas

J:gracias Diego...de verdad gracias

D:nos vemos luego lindo! descansa

J:igual descansa

Este se fue y yo me dirigí a dónde debia

Solo TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora