CAP 1 Memorias

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Preparatoria Lotus.

- Jiang Cheng: ¡hermano, nos comprometieron con los hermanos Lan!

- Wei Ying: lo sé, ¿Quieres cambiar de prometido? ¡siempre, quieres todo lo que tengo o me dan a mí!

- Jiang Cheng: ¡vaya!... ¿sacando las garras solo por un simple Lan?

- Wei Ying: hermano, no me importa el compromiso. Yo quiero estudiar y no ser una máquina que produce bebés. No quiero hablar del tema, ni discutir, ni escucharte, no quiero hablar contigo. Mejor me voy. ¡Adiós!

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Habitación de Wei Ying (15 Años)

¿Qué puedo hacer? En realidad, no mucho. No puedo controlar los celos de mi hermano. Estoy cansado. Lo único que quiero es separarme de esta familia. Mi hermano no entra en razón. ¿Puedo llamarlo así, "hermano"? Se siente tan sin sentido esa palabra. Solo unos años más, y los dejaré, me iré a otro país a estudiar y perfeccionar mi música. Es lo único que me queda. Mi amor por la música.

Habitación de Jiang Cheng (16 años)

¡Maldito huérfano! ¡Te odio con todo mi ser! Siempre te has creído mejor que yo, incluso nuestros padres te consideran el mejor.

¡Esto es el colmo! Nos comprometieron a los hermanos Lan y a ti te dan la mano del mayor, que es lo que me corresponde, a mí. Ese Lan, es uno de mejores prospectos de la ciudad y el primogénito de su familia (familia de las más antiguas y acaudaladas de toda China). Y a mí me dan el segundo hermano.

¡Te odio hermano!, ¡te odio Wei Ying! Nunca te he considerado mi hermano, ni lo haré tampoco, solo deseo que mueras, por haberme quitado todo.

Pero esto no se quedará así. No lo acepto. Me quedare con tu prometido.

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Wei Ying dos años después (17 años)

¡Al fin me iré!

¿Quién pensaría que mi "hermano" se quedaría sin su preciado Lan?

Aún recuerdo ese día. Fue la primera vez que nos peleamos a golpes. ¡Estábamos furiosos!

Nos vestimos de gala, para la supuesta cena de compromiso. Al momento de llegar, me invadió un sentimiento de querer salir de ahí. Y así lo hice, escapé. Corrí de vuelta a la mansión y me escondí en mi habitación prepare el equipaje ese mismo día saldría de esa casa. Un par de horas después, volvió la familia y al salir a ver, que tal habían salido las cosas. Vi a Jiang Cheng, llorando desconsolado y diciendo que la culpa era mía. Al acercarme a preguntar por lo sucedido, se lanzó como un maldito animal sobre mí, lanzando golpe tras golpe y yo, sin entender que pasaba. Logré zafarme un poco de esa lluvia de golpes, que ya me tenían con el labio y una ceja rota, un ojo morado y varios golpes en el cuerpo. Comencé a responder de la misma manera, mientras la familia, solo miraba y nadie nos separaba. Ni mi padre, ni mi madre, ni mi hermana mayor, se involucraron. Logré darle unos golpes de tal manera, que lo dejé inconsciente, casi muerto. Lo que más recuerdo de ese momento, que, al golpearme, decía que era mi culpa.

Al rato después, aún con las heridas abiertas, supe que el motivo de actuar de mi hermano, fue que, en la cena, el compromiso fue roto, por parte de su prometido. Y él pensó, que yo había huido con el menor de los Lan.

Mi decisión estaba tomada y más firme aún, después de lo ocurrido con Jiang Cheng. Tomé mis maletas y mis sueños intactos, a pesar de todo lo que había sucedido.

¡NO ME DIGAS TU NOMBRE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora