si...

80 5 0
                                    

Jennie

Si tiras de mis bragas hacia un lado en lugar de decirme que me las quite, me derretiré. Se siente como una inspección, como si todavía estuvieras decidiendo si me follarás o no. Empuja uno o dos dedos en mi vagina y háblame. Dios, por favor, háblame. Comenta lo puta que soy, o dime que soy una buena niña porque estoy muy mojada por ti, o con condescendencia sobre lo desesperada que estoy por ser tocada.

Pero no me folles. Sigue tocándome hasta que esté goteando por mis muslos.

Haz lo mismo cuando esté usando una falda. Inclíname sobre la mesa más cercana, levanta mi falda y baja mi ropa interior alrededor de mis muslos. Fóllame hasta que te corras, luego aléjate, dejándome con las rodillas temblorosas y resbaladiza con tu semen y mi propia humedad.

Fóllame cuando esté durmiendo. Despiértame con una estocada particularmente fuerte. Cuando murmure una protesta soñolienta, llámame chica sucia y dime que cierre la boca antes de amordazarme.

Haz que me siente sobre ti mientras trabajo. Oblígame a correrme con tu polla en mi culo. Búrlate de mí por lo mojada que me pongo. Cuando te diga que no, no lo hagas, no te detengas, empújame de rodillas y fóllame la cara, diciéndome que es todo para lo que sirve mi boca de todos modos. Rasga mis jeans por el culo y tócame hasta que esté rogando.

Soy una chica sencilla con necesidades sencillas, de verdad. Sólo recuérdame que mis agujeros son tuyos.

You & MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora