Cap - 1

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Era un día particularmente normal para Spider-Punk, más conocido como Hobie Brown. Los policías pasaban e insultaban, los políticos festejaban ser ricos, y las personas los despreciaban como normalmente. Hobie estaba harto de eso, no por nada era un anti capitalista, y no por nada escribía mensajes de odio hacia ellos en todas las paredes posibles. Pero aun así se consideraba feliz, tenía a su banda y que por cierto, le encantaba tocar en ella, tocar su guitarra eléctrica y sentir el ritmo y vibración de todas sus canciones, eso lo hacía feliz.

Pero algo faltaba en el, sentía que faltaba algo en su vida, y ese algo se llamaba "Miles Morales".
Si, Miles Morales, un chico el cual no pertenecía a su universo, un chico al cual conoció por accidente al saber sobre su petición hacia Miguel de salvar a su padre.

Desde la primera vez que lo vio, sabía que era especial, ese chico rompía reglas y no le importaba lo que los demás pensaran de él, el solo quería hacer lo que debía. Y eso, a Hobie le encantó. Pero no solo su personalidad, también su físico, todo de Miles le gustaba. Pero...¿eso era normal? Si, si lo era. O por lo menos para él si lo era, no le importaba sentir cosas por ese chico, de hecho, le encantaba sentir cosas por ese chico tan especial y tan liberal.

- Debería de visitarlo, creo que...podría.

Sabía que Miguel se enojaría si anduviera por ahí viajando a otro universo, eso no formaba parte de las reglas. Pero, ¿quien dijo que él seguía las reglas? El las rompía, y así como no le importaba lo que Miguel siempre le decía, tampoco le importo en absoluto abrir un portal y traspasar por el, yendo en dirección hacia el universo de Miles Morales.

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- Ha, así que, ¿este es su universo? Que chido...

Se dijo a sí mismo mientras pisaba las calles de New York, era un universo totalmente diferente al suyo, las personas estaban caminando tranquilas sin sufrir o maldecir, las personas eran amables en general y veía como en las paredes tenían cosas "pasables" dibujadas.

- Que suerte tiene ese morrito, me gustaría vivir aquí.

Dijo mientras comenzaba a caminar, ni siquiera sabía en donde vivía Miles, o en donde podría encontrarlo, o eso decía hasta que su sentido arácnido hizo que se diera la vuelta al sentir una presencia extraña, y si que lo era. Su querido Miles estaba balanceándose entre los edificios, saludando a los ciudadanos.

- ¡Hola! ¡Su amigable Spider-Man llegó!

Hobie escuchó como ese chico enmascarado gritaba eso, mientras todos los niños gritaban "¡Spider-Man!" Y los adultos solo lo saludaban amablemente, en serio lo amaban.

- Ahí estas morrito...

Se dijo a sí mismo mientras se escondía de él detrás de un edificio, sintió como Miles pudo detectar algo, pero ni siquiera se molestó en investigar, estaba muy apresurado en llegar a un lugar. Eso hizo que Hobie se riera un poco, decidió seguirlo lentamente, y mientras hacía eso solo podía pensar en cómo ese traje lo hace ver extremadamente...lindo. Sin decir otra palabra, porque sonaría un poco...vulgar.

De un minuto a otro, Hobie vio como Miles se paraba en la parte superior de un edificio, mientras que con ayuda de sus manos bajaba lentamente hacia una ventana y entraba por ella. Hobie pensó que sería la habitación de Miles, así que se apresuró a ir hasta esa ventana, y estando ya al lado de ella, volteó lentamente hacia adentro hasta que...

- ¡TOMA ESTO! -dijo el más pequeño, lanzando una telaraña a lo que fuera que estaba en su ventana-

- Ouch... -dijo el más alto, dejándose ver completamente en la ventana de Miles, tratando de quitar la telaraña-

Rompiendo reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora