𝘙𝘦𝘭𝘢𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘳𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘧𝘶𝘨𝘢𝘻 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘦𝘷𝘢𝘱𝘰𝘳a

Encantar el dolor

Estaba rota hasta los huesos, que hasta no podía hablar. No le sucedía a menudo. Pero estaba harta de brillar entre tantas luces, y que horrible resultaba, sentir que se moría mientras aún respiraba. Cómo era posible desaparecer por unos instantes de la propia realidad, alejarse del presente, de lo que está frente nuestro y verse a uno mismo suplicando a la vida que no te lleve a la profunda "nada" pero que tampoco te deje varada durante mucho tiempo..
¿Es que acaso las almas viejas no son quienes piden al universo ya satisfechas con su recorrido, que se lleve sus cuerpos físicos al mundo del olvido pero que sus espíritus sean eternamente recordados como recuerdos dorados?
Entonces, por qué una constelación tan joven estaba tan llena de agujeros negros.
Por qué el universo no se hacía ni un poquito más oscuro cuando ella comenzaba a apagarse, ¿Es que no era importante que se marchase? La estrella fugaz se cansó de su triste verdad y despegó tan fuertemente que olvidó que cuanto más rápido iba, más se desvanecía. Cansada de su soledad, de su angustia de no soportar más su injusta materialidad, se atrevió por primera vez a silenciar su consciencia quien le gritaba que parara, que se tomara otro rato y lo pensara. Pero es que nadie lo entendía, ella ya no podía seguir pensando, eso era lo que la estaba apagando. Por dentro rugía y temía desaparecer antes de vivir ese momento tan mágico de llegar a ser algo más que una estrella igual a las demás, ella quería dejar lo que siempre fue atrás. »Que estupidez« dijo el resto , que sabían que la pobre estrella quedaría echa trizas antes de que siquiera sus cenizas llegarán a ver a millas el océano moverse por la brisa. Deseando ser una estrella, el agua, intentando entre olas y olas acercarse a ellas, las observaba resplandecer por las noches, deseando ser igual de bella, también quería destellar y resaltar entre los otros elementos. La noche se tornaba más oscura de lo normal , no entendía el porqué hasta que vió algo mal. Un monton de particulas de polvo se aproximaban hacía algún otro mar y no fue solo su intenso brillo lo que la distinguió como parte del sistema solar, sino también la energía que desprendió al llegar a la tierra.
Todo organismo, sujeto, cosa o criatura quedó extasiado con lo que acababan de apreciar. Nadie tenía idea del horrible pesar que la estrella acababa de soltar. Así como tampoco nadie se enteró de la envidia de las demás, al darse cuenta de lo observada que había sido su compañera les había quitado parte de la atención, así que algunas decidieron dejarse caer también para crear conmoción. Desgraciadamente, aunque otros las hayan visto, no desprendieron ni un solo sentimiento.
Fueron olvidadas al cabo de un tiempo, porque enrealidad nadie olvida a quienes te hacen sentir algo nuevo o diferente, especialmente cuando te recuerda el presente e incluso te enamora con el "ahora". Porque de eso vivimos, del hoy.  Así que la pobre estrella no estaba tan equivocada , aunque valía más de lo que sabía, ella por siempre sería recordada, soñada, anhelada, porque había convertido su sufrimiento e irradiado en el mundo una potencia encantada.