PARTE ÚNICA

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Sin duda este juego podía sacar lo peor de las personas.

Aldo y compañía habían sido invitados a participar en la serie de Rust llamada "Bellum", donde obviamente estaban haciendo equipo. Si bien el juego es muy estresante y exigente, Aldo, El Mariana, Roier, Rivers y RenRize habían hecho un equipo divertido y dinámico.

Apenas iban en su tercer día de juego, Aldo y Roier estaban charlando animadamente mientras Aldo seguía construyendo la base y Rivers le llevaba materiales cada cierto tiempo. Justo cuando Aldo estaba ordenado algunos cofres Roier llegó buscando armamento y El Mariana llegó tras él, recién conectándose al servidor.

— ¿Qué pasa mis fracas? — entró El Mariana imitando a PipePunk. — Oigan, ya acabo de ver el video de la versión femenina de Roier por una IA y no mamen, está hermosísima wey.

Aldo dejo de hacer lo que hacía y volteó a ver a Mariana, como si ver a su personaje le dejase ver lo que pasaba por la mente del otro en la vida real.

— ¿Cómo dices? — preguntó divertido Roier.

— Te lo juro wey, neta que en otra vida si tú fueras mujer seríamos como Juan y Ari. — expresó emocionado el Mariana.

— No digas mamadas Osvaldo. — dijo Aldo, tratando de sonar divertido, sin embargo por alguna razón le estaba irritando tanto estos comentarios.

—Te lo juro wey, Roier esta bien hermoso a la verga, si fuera mujer sin duda sería mi esposa, le haría raid todas las noches. — Aldo sonrió falsamente a sus espectadores mientras por dentro se sentía extraño, era difícil de explicarlo, pero se sentía algo así como una traición.

— Wey ya deja de decir tus marranadas cabrón, o vas a terminar funado o con una orden de restricción. — respondió Aldo, tratando de hacer que Osvaldo se callara con el tema de una vez por todas.

— ¿Estás celoso Aldo? — preguntó Roier divertido, sin querer acertando en su suposición, y es que él no sabía de la noche que habían tenido él y Osvaldo ya que no fue al almuerzo, y solo unos pocos de sus amigos lo supieron y guardaron en secreto.

— ¿Celoso yo? Estás pendejo wey. — respondió al instante el moreno y se alejó de donde sus amigos seguían haciendo sus cosas.

{***}

Algunas días después, faltando una semana para su viaje a España Aldo salió ha hacer algunas compras que necesitaba, como un poco de despensa, ropa para la gala de La Velada, y demás cosas.

Tranquilamente fue hechando en el carrito las cosas de su lista: cereales, leche, queso, tomate, cebolla... sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando vió los pepinos inocentemente colocados en su respectivo estante. Sus mejillas se colorearon de rojo cuando a su mente regresaron las imágenes de su mejor amigo follandolo con abandono aquella noche de enero hace ya más de 5 meses.

Tragando duro tomó uno de los pepinos y lo miro de arriba a abajo, analizando si era del mismo tamaño que el pene de Osvaldo.

Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos y hecho el pepino sin más al carrito, decidiendo que lo cortaría en rodajas apenas llegará a su casa para comerlo con tajin.

— Estúpido Osvaldo pendejo. — murmuró entre dientes mientras continuaba su camino por el super.

Cuando ya hubo terminado de pagar todo, llevó su mandado a su auto y manejó al centro comercial para buscar ropa. Aún no sabía exactamente qué quería usar pero definitivamente tenía que encontrar algo.

Caminaba tranquilamente por los pasillos cuando una cierta tienda muy particular llamó su atención. "The Body-Sex Shop" se veía en letras rojas sobre un fondo negro, por lo que frunciendo el ceño miró el local fijamente. ¿Realmente sería buena idea? Tragándose el nudo de nervios, miró a todos lados para asegurarse que nadie lo veía y entró. De inmediato fue recibido por diferentes estantes repletos de juguetes muy variados.

¿Celoso yo? Estás pendejo // Aldoriana OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora