Tontas excusas

3 1 0
                                    

Y es aquí, aquí donde mis más profundos golpes vuelven a sentirse, como si respirar fuera un acto que amerita de mucho esfuerzo del que quisiera y mis gritos están sumidos, ahogados en lo más profundo de mi estómago. Todo mi cuerpo ruega por hablar, pero la razón ruega por tranquilidad, una tranquilidad falsa que no me pertenece y una decisión absurda que mi vida poco a poco entorpece. Mi barriga se convirtió en una ruidosa alarma que me avisa cada día que debo mirar nuevamente el espejo porque alguien necesita atención. Yo recuerdo que en ningún punto he sentido la tranquilidad de la playa, ella es única, quisiera que mi "mar" tuviera más parecido al real. Me siento tranquila, pero cansada, atrasada, adormilada y descompuesta. Le preocupación me tiene en un rotundo estado de la pregunta, y el frío? Me tiene en un rotundo estado de ambiente ante tal desesperación; hacen buena compañía, y a juego, buena combinación. A veces solo quisiera no tener que sentirme mal por contar lo que soy, por ser lo que soy y simplemente quiero un rotundo abrazo. Siento que siempre alejo a las personas por la manera en como mis miedos me arrastran al fracaso. El fracaso? Es la mierda más apestosa, pero también la colonia más brillante y de buen olor. ¿De qué me sirve decir aquí esto? No lo sé, supongo que vendrá alguien más y me juzgará, o quizá no.

Muro 13°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora