Un arrullo maternal

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Ese mismo día muchas de las concubinas y varias esposas, dejaron el complejo.

Quedando casi un tercio de ellas. Unas ciento y algo.

Entre ellas estaban las tres principales y unas cuantas.

(No me acuerdo si para este entonces el anciano del palacio HuanHua aun esta con vida, pero le voy a dejar muerto.)

Ning Yingying estaba asustada, ella no creía lo que veía. Al parecer la nueva dama sería coronada como la Emperatriz.

Eso no estaba bien, ni siquiera ellas que eran las principales tenían tal estatus. Para que luego llegara una cualquiera y las diera de baja.

Ahora todas ellas ya no tenían el mismo estatus y lo peor de todo es que su esposo había dejado de llamarlas.

×=====×

/Sala de Consejo de ancianos/

- Estamos muy alegres que tome a una Emperatriz. Pero... – comenzó uno de los ancianos.

- No creemos que sea necesario el que despida a todas sus esposas y concubinas. – continúo otro ancianos.

- Quédese al menos con las demonezas, ellas son las más aptas para continuar con el linaje Celestial. – terminó otro.

Luo Binghe estaba sentado en su lugar oyendo como los ancianos daban sus "consejos".

Solo quería volver con su A-Yuan.

Desde la mañana no le había visto.

Además, estos se equivocan con quien será su Emperatriz.

- Ya me canse de esto. – se levantó de su asiento y fue a buscar a su amado.

Dejo con la palabra a los ancianos y comenzó a buscar.

Tardo más de unos 30 minutos.

Cuando por fin lo encontró estaban con sus hijos en el palacio del harén.

Luo Xen, Luo Dai, Luo Feng y Luo Qiang estaban sentados en un medio círculo. Shang Ming cargaba a su Quinto hijo Luo Wang de 5 años. Shen Yuan cargaba al más pequeño Luo Mao. Ambos adultos con los niños en las esquinas de los lados de los demás niños.

Frente a ellos estaba Xixia con su báculo extendido y tocando se el cuello.

- Están listos para oír la historia de un desamor y un deseo. – la voz de la mujer sonaba como de los historiadores que se paseaban por los pueblos.

- SIII!! – corearon los niños. Aunque también se oyeron balbuceos de los más pequeños.

- Bien entonces. – se aclaro la garganta y comenzó a cantar.

-<Tonto el que no entienda ~
Cuenta una leyenda~
Que una hembra gitana~
Conjuró a la luna hasta el amanecer~
Llorando pedía~
Al llegar el día~
Desposar un calé~>

Uno de los pequeños levantó su mano pidiendo la palabra.

- ¿Se puede conjura a la luna?

- ¿Que es un Calé? – pregunto otro.

Shen Yuan fue el que contestó:

-En algunas creencias era prohibido el casarse entre razas, una mujer amaba a ese hombre pero como pertenecían a diferente raza no podían estar juntos.

- En esos tiempos se creía que la luna concedía deseos. – completo Xixia – ¿creen que la luna le contesto?

El más joven de los más grandes asintio.

El Peluche De Shen YuanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora