Una suave briza acariciaba su rostro, como una dulce caricia, su cuerpo se sentía pesado, mientras su corazón se llenaba de un inmenso vacío, se sentía ahogado, la respiración comenzaba a entrecortarse, intento abrir los ojos pero no podía moverse, estaba solo, pero con una escalofriante sensación de que alguien se encontraba a su lado, seguía dormido pero consiente de su entorno, como si su alma hubiera abandonado su cuerpo, se esforzó nuevamente y logro abrir los ojos, viéndose a sí mismo recostado en la cama, pero no estaba solo, había una silueta, una mujer a su lado recostada sobre su pecho, acariciando su rostro mientras él la miraba como nunca jamás había mirado a nadie, con devoción, anhelo y pación. Pudo ver los labios carmesí de ese ser, una pequeña figura con curvas delicadas y piel blanca, pero por más que se esforzaba no distinguía su rostro, aunque aquel susurro, lo despertó de golpe.
-No olvides porque volviste-
Capítulo 1
Se mencionaba que el Emperador se había vuelto completamente loco, que se encerraba horas en la inmensa biblioteca de su enorme palacio, buscando quien sabe qué, nadie tenía permitido el ingreso cuando él se encontraba allí.
Loa nobles del enorme imperio estaban preocupados, no por su mandato, ya que a pesar de ser un hombre cruel, era un gobernante justo y completamente imparcial, ese era el motivo por el cual era tan temido y respetado. Hubo una época en que su padre gobernaba, pero el imperio estaba pagando el precio por la locura del emperador, siendo este su único heredero se revelo ante la crueldad de este, quitando le la vida y el trono a su propia sangre a la edad de diez y seis años, llegando a culminar todo sin siquiera dudar en atravesar el corazón de su progenitor con el filo de su espada, dejando en claro desde el comienzo quien era y de lo que era capaz, todos aquellos que se acercaron por beneficio o quisieron manipularlo o si quiera pensaron en algo que podía perjudicar el imperio, murieron por sus propias manos. Los años pasaron y con eso la prosperidad de su gente, pero con sus ya veintinueve años, no había emperatriz o si quiera una concubina, no había heredero, algo que los nobles no tomaban bien, ya que creían que el hijo, seguía el mismo camino de locura que el padre.
La noche estaba cálida y un enorme banquete se celebraba en el palacio en conmemoración al dios de la guerra, aquel que iluminaba y guiaba al imperio en las varias batallas de conquistas, haciendo del mismo el más grande de la región del norte. Los nobles llegan uno tras otro, trayendo consigo a sus hijas jóvenes, quizás alguna joven seria la afortunada de ganar la atención del emperador, pero las horas pasaban y el protagonista principal no llegaba.
-Esto es estúpido- Decía vegeta mientras varias criadas terminaban de arreglarlo.
-Vamos vegeta, sabes que es tu deber asistir, además será divertido, quizás quien sabe, esta noche puedas ver algo interesante, no lo olvides esta noche también es el eclipse- Un hombre alto y bien fornido estaba a su lado.
-Debería cortarte la lengua por hablarme con tanta confianza kakaroto- le contesto mirándolo de reojo.
Este se tensó eh hizo una reverencia-Lo siento emperador-
-Así está mejor-Sonrió- tienes suerte de ser el jefe de mis caballeros y el mejor- Termino de acomodar sus guantes-Solo recuerda que no hay nadie mejor que yo-
Una trompeta sonó, el silencio se hizo presente en el salón principal.
-Ingresa su majestad, sol de nuestro imperio Vegita, el emperador Vegeta-
Todos los presentes se inclinaron ante su presencia, mientras este caminaba vestido de azul y oro a su espléndido trono para luego, con un simple movimiento de su dedo, hacer continuar la música. El baile había comenzado.
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La mitad de mi corazón
RandomEsta historia se desarrolla en una época media, en donde todavía existe la magia y nuestro emperador vegeta se encuentra con una mujer extraña, pero hay algo enterrado en el fondo de su memoria que le impide alejarse de ella, quien en realidad lo ha...