Tony estaba preocupado, más que preocupado, hace unos minutos se había realizado una prueba de embarazo y había resultado positiva.
Sus nervios estaban a flor de piel, lo cual lo habían orillado a marcar el número de la única persona además de su alfa, lo ayudaba a clamar sus nervios.
Tomó el teléfono en mano y marcó el número de Rodhey su mejor amigo.
El pitido del teléfono comenzó a retumbar en sus oídos.
Lo primero que hizo fue quejarse, no lo malinterpreten, se quejaba de una buena manera, se repetía una otra vez lo descuidados que habían sido y contaba la historia de principio a fin a su amigo.
Ya llevaban más de media hora hablando
"¿Y si no ya no me quiere? Y decide dejarme y deja de compartirme de sus donas de chocolate." Tony formó un puchero con su labio inferior.
Rodhey volvió a bufar hacia el teléfono, repasando su cutícula con su mirada. "Siempre puedo darte de mis donas, no necesitas a Steve para eso," contestó él omega volviendo a poner atención a la conversación.
"Pero ese no es el tema, te adora y sobretodo te ama, eres su omega, deja de sobreactuar Tony, sabes que te ama con toda su alma." Terminó de decir.
Tony deshizo su puchero. "Tal vez tengas razón." Repasó él omega en su mente.
"Siempre la tengo." Rodhey rodó inconscientemente sus ojos.
"Uh." Gimoteó Tony al teléfono. "Creo que tengo que irme, Steve acaba de llegar." Separó un poco el teléfono de su oído para escuchar mejor. "Si es él, me voy, estoy nervioso como la mierda, te amo." Dijo rápido, colgando al instante.
"También te amo, idiota." Rodhey respondió hacia el teléfono.
Tony se acomodó mejor en la cama e inconscientemente comenzó a gimotear.
"¡Estoy en casa Tony!" Gritó Steve desde abajo .
Tony tomó las pruebas de embarazo que estaban arriba del colchón y las guardó bajo su almohada, espero a que él alfa subiera a la habitación.
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Steve ya estaba sospechando algo desde que Tony no corrió a saludarlo como usualmente solía hacer.
"¿Bebé?" Preguntó Steve entrando por la puerta. "Tony..." Steve dejó su maleta en una de las sillas de la habitación. "¿Estas bien? ¿Estás enojado por que me he comido la última dona no es cierto?" Steve no recibió respuesta. "Sabes que siempre puedo comprar más."
Tony suspiró para sus adentros y entonces comenzó a hablar. "No es eso, bueno en realidad ahora que lo dices estoy un poco enojado por eso la verdad,"dijo frunciendo su ceño, comenzando a balbucear. "P-pero..." sus ojos comenzaron a aguarse.
"Hey,hey..." Steve se acercó lentamente hacia él. "No llores, preciosura." Steve se sentó a su lado. "¿Qué pasa?"
"E-Es que," tartamudeó. "Ya no me vas a querer." Rompió en llanto de nuevo
