Cuatro veces que Gavi ignora a Pedri y una en que no puede hacerlo. [Gadri]

1. Primera vez que lo ignora.

Si dieran una corona por cada vez que alguien decidiera desayunar un simple cereal con leche varias veces al año, Gavi sin duda se volvería el rey de España, o al menos, el líder de alguna de sus provincias. Claro, teniendo en cuenta, que tener varias coronas en su posesión le permitieran volverse un rey.

Se hallaba en la casa que compartía con sus padres, absolutamente solo. Su familia había decidido salir a vacacionar por una semana y él no pudo ir con ellos a causa de sus cercanos entrenamientos con el Barça, los cuales no le permitían darse el lujo de ir de viaje. Aunque no se quejaba, tuvo un mes de vacaciones luego de haber ganado junto a la selección española, y no participó en varios partidos amistosos de su equipo. En ese tiempo libre estuvo viajando con amigos cercanos, así que le había sacado algo de provecho.

Suspiro con pereza mientras se servía la leche en el tazón, observando cómo el cereal comenzaba a flotar a la superficie. Tomó una cuchara con algo de flojera y obligó a los cereales a ahogarse dentro de la leche. Rebuscó algunos frutos rojos en el refrigerador y los integró a la mezcla. Pedri solía tener esta costumbre, así que Gavi terminó adquiriéndola, por más raro que pareciese.

La razón por la que se servía cereal es simple. Era demasiado molesto tener que pensar siquiera en tener que prepararse el desayuno por él mismo. Obtenía mejores resultados simplemente sirviendo cereal, a pesar de que seguramente dentro de unas horas estaría rebuscando por toda la cocina algo más para comer a causa del hambre atroz que lo molestaría, porque esa clase de desayunos no lo llenaban del todo.

Se sentó en el gran sofá de la sala y encendió la Televisión. Un programa de fórmula 1 fue lo primero que vio cuando la pantalla se iluminó. Hizo una mueca, aburrido. Realmente no entendía que le veían a ver carritos corriendo de aquí a allá, dando vuelta en círculos y estrellándose entre ellos—o eso suponía él—. La única forma en que vería ese deporte de motor seria solo si su novio, Pedri, fuera uno de los conductores. Aún conservaba en su teléfono tanto el vídeo como algunas fotos que habían tomado al canario con un uniforme de corredor, solo para hacer una promoción. La verdad es que esa propaganda le había venido perfecta para dejar volar su imaginación con cosas que seguramente jamás diría en voz alta.

Pedri era tan guapo, que absolutamente todo lo que se pusiera le quedaría bien...

Tomó el control remoto y se dispuso a pasar los canales, encontrándose con... Nada interesante. En vista a eso, dejó el televisor prendido en un canal al azar, dejándolo de lado para enfocarse en su teléfono. Respondió algunos mensajes e ignoró otros, mientras disfrutaba de su cereal, acabándolo rápidamente.

Poco a poco, el chat no le presentaba nada interesante y comenzaba a aburrirse. Estuvo a punto de quedarse dormido, pero una curiosa charla de los presentadores del programa que se transmitía llamó su atención. Y cómo no iba a hacerlo, si habían comenzado a hablar nada más y nada menos que del mismísimo Pedri.

Estaba acostumbrado a que los medios españoles hablarán de ellos, después de todo, eran eminencia en el mundo del fútbol y estaban entre los "jóvenes promesa" del país, además de ser figura pública, lo que implicaba que, bueno, los medios de comunicación hablasen de ellos.

Además, no era por presumir. Pero se habían hecho tan famosos a nivel mundial, que una simple noticia suya, podía llegar hasta los lugares más recónditos que tuviera el planeta.

Lo que llamó su atención, fue la nota debajo de los presentadores que citaba:

"¿Tiene Pedri un nuevo romance?"

Por lo que comenzaba a escuchar, se había realizado una investigación—por no decir un acto de acoso— en la cual se había pillado a Pedri pasando tres días junto a una chica en una habitación de hotel, ¡Tres días junto a la chica!