Besos incomprendidos. [Pedri & Gavi/Gadri]

9. El significado de aquellos besos.

Probablemente o indudablemente, Gavi no se había encontrado más nervioso en toda su vida hasta ese momento. Tal vez, lo había estado cuando se convirtió en jugador oficial del equipo mayor: la selección española; y lo había estado también en su participación durante el mundial. O cuando ingresó al superior del Barça, dejando de lado las inferiores. Aunque esos momentos de nervios, eran muy diferentes a los que sentía en ese momento. Estando frente a la puerta del apartamento de Pedri, dudaba en si debía tocar la puerta, o si debería esperar un poco más y acomodar sus pensamientos para saber cómo debía continuar.

La inspiración de decir palabras cursis, no le funcionaban del todo. Le gustaba ser franco, directo y poco vacilante. Más, con Pedri, era otro cuento. Pedro Gonzáles era el que se había encargado de llevarlo a esa situación desde el momento en que aceptó cada uno de los besos que Gavi le había dado.

O tal vez desde mucho antes, cuando comenzó a gustarle...

Gavi se lo agradecía, agradecía un montón que Pedri le correspondiera los besos, fueron muchas las noches en las cuales estando en su cuarto caminaba de un lado a otro emocionado por los besos recibidos durante el transcurso del día. Besar a la persona que te gusta, es más que suficiente para poner a alguien contento, para ponerlo a él contento.

Fueron tantas las veces, momentos y situaciones en las que espero por él. En las que su anhelo se hizo presente en busca de dejar atrás la relación de amistad para tener algo superior. Ahora, debía plasmar esos anhelos en palabras y hacerlos realidad. Por eso, se hallaba ahí presente.

Sin embargo, sí estaba ahí de pie era gracias a otra variante y por una sencilla razón: Fernando; quien había sido capaz de hablarle directamente a la cara cosas que Gavi ya llevaba planteándose desde hace mucho tiempo.

Su relación tal y como la llevaba con Pedri, fracasaría en algún momento, ya sea porque Pedri se pensaría mejor las cosas y se daría cuenta de lo bizarro que se había tornado su amistad —y sus muestras de cariño— con Gavi, o porque llegaría el momento en que simplemente alguien especial llegaría a la vida de Pedri, arrebatándoselo de su lado.

Y aún había más, el hecho de ser descubiertos por alguien en una de sus situaciones comprometedoras—Por suerte, está vez había sido Fernan, quien se lo tomó muy bien—, alguna discusión caótica que podrían llegar a tener, o sencillamente por algún cambio de actitud que Gavi tomaría al sentirse demasiado cómodo y llegase a hacerse la idea de que era su novio, cuando claramente no lo es.

Al menos, no lo era por ahora...

Trago saliva tomando una decisión y dio un paso al frente. Sucediera lo que sucediera, Gavi debía solucionar sus problemas de raíz. El tiempo es oro y eso el universo se lo estaba demostrando. Cuando estuvo a punto de tocar el timbre, la puerta fue abierta de repente.

Pedri, quien llevaba ropa para estar en casa, se hizo presente. Tenía el cabello húmedo indicando que acababa de salir de la ducha y en sus manos se hallaba un papel que parecía tratarse de un recibo acerca de su consumo eléctrico. Ambos se sorprendieron al encontrarse cara a cara.

—¿Gavi? ¿No se supone que Fernan iba a llevarte a casa? —La pregunta le salió natural. En su mente, imaginaba que Gavi debería estar en casa y Fernando en camino a traer el auto.

—Ah, sí, sobre eso... —Se enmudeció por un momento, sin saber cómo responderle, no podía simplemente soltar las razones por las que estaba ahí. —¿Puedo pasar?

Pedri arqueo una ceja, extrañado ante la solicitud. Asomó un poco la cabeza por el pasillo para ver si Fernando estaba escondido en algún lado, a punto de jugarle una broma, pero se encontró con absolutamente nada. En vista a eso, con un movimiento de cabeza invito a pasar a Gavi.