Capítulo 1

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—Vamos, chica. —Insistió Lucas—. Pídele el número a ese guapo.

—Sabes que haría lo que fuera por ti, pero debes ser valiente y pedírselo tú mismo.

—No me vengas con rollitos. ¡Anda!

Me reí. Mi mejor amigo Lucas, un guapaso de cabello dorado y piel llena de pecas, se encontraba sentado delante de mí, observándole el culo a un chico que pedía su comida en el mostrador.

—¿Qué me darás a cambio?

—Te conseguiré a un chico buenísimo para que te enrolles con él.

—Paso, no lo necesito, ya tengo a Marco.

Y... a Dylan, con quien llevaba acostándome las últimas semanas a escondidas de todos, incluso de mi novio. No es que fuese un pecado, ¿verdad? Marco se acostaba abiertamente con cuanta chica se le pusiera enfrente, y yo lo hacía con una sola persona y quería mantenerlo en privado. Nadie se moriría por ello.

—Eres una aburrida y mala amiga.

—Solo pretendo ayudarte.

—Qué va, aguafiestas.

Lucas me sacó el dedo de en medio y yo le tiré un beso al aire, mientras ambos sonreíamos. Lo quería, incluso como a un hermano, pues lo conocía desde hacía años desde que coincidimos en el grupo de ayuda al que habíamos asistido.

—Ahí viene tu delfín —avisó Lucas haciendo un gesto de querer vomitar, y yo reí. Lucas no soportaba a Marco, y comenzó a llamarlo delfín como burla desde que me había pedido una relación abierta.

Dirigí mi mirada a Marco, quien venía acompañado de Alexa y... Dylan.

—Esta es mi chica. —Sonrió Marco, peinándose su cabellera marrón hacía atrás.

—¿De cuántas? —Lucas puso los ojos en blanco.

Lo fulminé con la mirada mientras escuché a Dylan carraspear, intentando oprimir una carcajada.
Par de imbeciles.

Marco ignoró totalmente el comentario y tomó asiento a mi lado. Dylan y Alexa charlaban entre ellos y Lucas no dudó en incluirse.

—¿De dónde venían? —Pregunté.

—Yo de mi práctica de natación, cuando venía para acá me encontré a ese par. —Respondió y yo asentí con poco interés.

Alexa, una pelirroja guapísima, fue la primera en hablarme en mi primer día de universidad, pues yo me encontraba perdida en el pasillo y descubrimos que compartíamos una clase. Poco a poco la incluí en mi círculo social y se convirtió en amiga de todos.

Me gustaba tener un grupo al que pertenecer, aunque fuese disfuncional.

—¿Quieres hacer algo esta noche? —Me preguntó Marco.

Giré la cabeza hacia él, ignorando la pesada mirada de Dylan que se posó en mí de pronto.

—Lo siento, tengo que terminar un ensayo.

No volteé, pero enseguida supe que Dylan disimuló su mirada volteando hacia otro lugar.

—¿No hay forma de que lo dejes para después?

—Marco, me encantaría salir contigo y lo sabes, pero de verdad tengo que terminar ese trabajo.

Asintió y avispé el enfado, pero lo ignoré. Marco sabía que mi prioridad siempre habían sido mis estudios. Desde que era pequeña había descubierto mi don en la escuela y desde entonces me esforzaba para mejorar cada día, eso mantenía orgullosa a mi madre y no quería decepcionarla. No dejaría que nada hiciera bajar mi rendimiento, ni siquiera Marco.

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2023 ⏰

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