only.

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jay despertó gracias al ruidoso sonido proveniente de su despertador que indicaba exactamente las 7:30 de la mañana, comenzó con su rutina diaria que consiste de un baño, higiene íntima y arreglar un poco su apariencia, se acercó a su pareja quién dormía plácidamente sobre la cómoda cama y lo observó unos segundos.

— amor.– lo llamó agitando levemente al contrario, haciéndolo despertar.

— ¿jay? – respondió el menor abriendo los ojos poco a poco, sintiendo algo de malestar en la parte baja de su estómago, park por su lado pudo percibir gracias a su buen olfato, cómo el aroma que emanaba el castaño era algo distinto, más se abstuvo de hacer cualquier comentario.

— estoy por irme cariño, sólo quería avisarte.– sonrió y besó dulcemente los labios contrarios, recibiendo una risilla por parte del otro, acompañado de un 'está bien, suerte' para por fin salir de su apartamento rumbo a la oficina, donde yacía su secretaria en la pequeña recepción individual.

— buenos días señor park, le recuerdo que hoy sólo tiene una cita con el licenciado choi, luego de eso, me comentó que usted revisaría un papeleo, estoy mal? – preguntó mirando fijamente al alto.

— no, todo está en orden, gracias, pasaré a mi oficina.– dijo soltando una muy ligera sonrisa y empezando a caminar hacia la gran habitación.

jungwon por su parte, se levantó de su cama poco después de que jay partiera para hacer algo de desayunar, su estómago pedía atención y lo resolvió con huevos revueltos y un jugo de naranja, decidió saldría por algunas compras al centro comercial por lo que se vistió decentemente y salió de casa sólo llevando consigo el dinero necesario y nada más.

ya estando en la tienda, hizo sus compras de lo más normal, hasta que una punzada llegó a su parte baja haciéndolo doblar del dolor; su celo había llegado.

ni siquiera él esperaba que el tan dichoso periodo de celo llegase justo en medio del supermercado estando él rodeado de alfas que lo miraban con deseo, llegó a paso rápido al baño y llamó a la oficina de su pareja, pasaron unos segundos hasta que por fin alguien respondió.

— oficina del doctor park, en que puedo ayudarle? – yang reconoció rápidamente aquella voz por lo que habló con rapidez.

— si, soy yang jungwon, necesito hablar con jay.– dijo sin rodeos, esperando la respuesta de la chica.

— eh, bueno, el señor park se encuentra muy ocupado, no podrá atender su llamada.– le escuchó hablar en tono arrogante, respiró.

— es urgente que charle con él, puede comunicarle que estoy al teléfono? – preguntó un poco más desesperado.

— en verdad lo lamento pero él se encuentra entre muchos pendientes, llame después.– y cortó la llamada, won se maldijo una y otra vez pensando en cómo llegaría a su hogar desprendiendo ese olor tan potente y estando al rededor de tantos alfas sin buenas intenciones.

el pequeño decidió no comprar absolutamente nada, salió casi corriendo de la tienda y a paso apresurado emprendió camino a su edificio con un dolor muy fuerte en su vientre, y conteniéndose lo más que podía de no seguir soltando algún aroma, para su suerte, llegó sano y salvo a su habitación; mirando la hora se dió cuenta que no faltaba mucho para que su novio llegase, tomó algunos supresores y se recostó en la cama.

jay por su parte elaboraba varias cotizaciones de la empresa, cuándo inesperadamente sintió ese dolor tan insoportable y peculiar en su estómago, sabía que no era normal, por lo que no lo pensó mucho y salió apresurado de su oficina, tomando las llaves de su coche que yacían en la encimera del lobby.

— señor park, a donde va? – cuestionó de pronto la secretaria arqueando una ceja.

— no es de tu incumbencia, cancela mi cita con el licenciado choi, tengo que irme.– y salió rumbo a su apartamento, la mala suerte lo perseguía pues justamente estaban remodelando unas vías en el camino, por lo cuál había mucho tráfico, revolvió sus cabellos y esperó llegar lo más rápido posible.

unos minutos después se encontraba en el estacionamiento del edificio dónde estaba su pequeño novio, subió a paso rápido las escaleras y abrió la puerta importándole poco algo más que jungwon, olfateó un poco antes de entrar a la dichosa estancia dónde pudo observar al menor con su pelo hecho un desastre y su cara completamente roja con algunas lágrimas.

— cariño.– soltó mientras se acercaba preocupado al contrario, tomándolo con fuerza en sus brazos y sintiendo al instante unos labios chocar con los suyos.

— jay-shi, me llegó el celo.– susurró encima de los labios del otro y prosiguió a besarlos nuevamente mientras movía sus caderas.

aproximadamente dos horas después, ambos chicos finalmente se encontraban recostados en la cómoda cama, eran las tres y cincuenta y cuatro de la tarde, se suponía que jay debía estar en la oficina.

— amor, ahora que lo pienso, por que no me llamaste cuándo recién te llegó el celo? – preguntó el pelinegro abrazando al menor por la cintura, satisfecho después de oler al contrario, quién ahora portaba el aroma de sí mismo.

— lo hice, pero tu secretaría me dijo que estabas extremadamente ocupado y me colgó.– el alto alzó una ceja con algo de molestia y se levantó un poco.

— ¿que? cariño, ¿dónde estabas cuándo tu celo llegó? – el tono de preocupación del mayor se hizo notar.

— en el... supermercado haciendo unas compras, tuve que venir rápido aquí, en el camino me sentí muy incómodo, todos los alfas me miraban mucho y-

— hija de puta.– soltó interrumpiendo a won, su molestia resaltó en su mirada y sin pensarlo se puso de pié.

— ¿que sucede? – lo miró con confusión el menor, observando detenidamente las acciones de su pareja.

— yo hoy no tuve trabajo, eran simples cosas numerales, inclusive ella misma me lo recalcó en la mañana cuándo llegué.

— ¿entonces... mintió? – jugó con sus dedos, esperando la respuesta.

— si, espérame unos minutos, bien, amor?

— ¿a dónde irás? puedo acompañarte.– se levantó de una sola vez al ver cómo el alto comenzaba a vestirse, más fue recostado nuevamente en la cama.

— no, mi vida, iré a hacer lo que debo hacer, no tardaré.– besó los labios contrarios y emprendió paso por segunda vez consecutiva a la oficina, donde apreció a lindey, su secretaria, quién lo observó con una sonrisa.

— buena tarde, señor park, h–

— ¿por que le dijiste a jungwon que estaba ocupado cuándo no era así? – preguntó molesto mirándola frío.

— u-usted tení–

— ¿sabes algo? no me interesa, tengo unas muy buenas noticias para ti. – se acercó tentativamente a la contraria, quién lo miró confusa.

— ¿q-que es?

— estás despedida.– se alejó y habló antes de que la chica pudiera interrumpir. — mañana puedes pasar por tu pago de indemnización con la licenciada melany a las ocho en punto, le dices que la razón de tu despido fue simple y sencillamente; ineficiencia. – y salió del establecimiento dejando a la menor totalmente sorprendida.


























hola hola, finalmente me aparezco por estos lares con esta historia que a mi parecer quedó bastante decente:)

lamento mucho estar tan perdida por aquí, los asuntos escolares me tienen enganchada y he estado inmersa en el estudio, espero poder volver pronto para continuar tanto la historia jaywon cómo unas cuántas que están en mis borradores jaksjak.

bonito día !! <3
— lian.

ceo ⊹ jaywon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora