Dead End

Prologo

Era un día normal como cualquier otro día,me levante a las 5:30 Am para alistarme e ir al instituto, me baño me arreglo y alisto la maleta; bajo a la cocina donde mi mama me estaba esperando con un buen desayuno, después de desayunar me cepillo los dientes, salgo de la casa entro al garaje y agarro mi vieja bicicleta, yo se que estamos en pleno Siglo XXI, pero no me puedo deshacer de esa bicicleta que me regalo mi padre el día de mi cumpleaños el cual tragicamente lo Asesinaron.

Yo me había emocionado mucho ese día y estaba muy ansioso por saber lo que mi padre me iba a regalar pues lo he visto trabajar arduamente en la fabrica de calzado del pueblo, de todos modos no esperaba algo maravilloso, tan solo un detalle sin importar que tan humilde sea, igual el me ha dado el estudio y el sustento en nuestro hogar.

Eran las 9:00 Pm y mi padre aun no llegaba a casa, mi madre y yo nos preocupamos y empezamos a preguntarnos si lo habían robado o algo mucho peor, para despejar nuestras dudas, salí directo a la fabrica pensando que podría preguntarle al gerente sobre donde podría estar mi padre; al llegar a la fabrica entro y subo unas escaleras que llevaban a la oficina del gerente, toco la puerta y sigo, cuando me ve me dice:

-Hola tu debes de ser Andres el hijo de Kevin-

-Así es- respondo - busco a mi padre, ¿usted sabría decirme donde esta?-.

-Quería decirte que tu padre hoy trabajo arduamente, y al recibir la paga del día empezó a pedirle a otros trabajadores que le prestaran dinero replicando que era para comprarle un regalo a su hijo que estaba cumpliendo años, así que le preste cierta suma de dinero, me abrazo y sale diciendo que te iba a comprar la bicicleta que tanto querías, en una tienda a cuatro manzanas al sur de la fabrica-.

Me despido cordialmente y salgo de su oficina rumbo a dicho lugar.

Salgo corriendo y tomo un atajo por el bosque, entonces me tropiezo y caigo al suelo, cuando me estaba levantando noto que a pocos centímetros de donde yo caí, había una masa rara y bizcosa de la cual emanaba un terrible olor, la agarro con mucho asco y desagrado y la tiro hacia un bote de basura, pero fallo y cae en el lago donde del cual todo el pueblo se alimenta, pero le doy muy poca importancia y sigo hacia mi destino; cuando salgo del bosque veo dicha tienda y veo a mi padre sentado en la acera y llorando.

-Padre, ¿que haces llorando ahí tirado en piso?- le pregunto.

-Lo siento hijo, me asaltaron unos bandidos cuando estaba llegando a la tiendo y me despojaron de todo el dinero, por el cual trabaje muy duro para poder comprarte la bicicleta que tanto querías- respondió.

-Padre eso no importa, tu esfuerzo, compañía y amor es lo único que para mi realmente vale- le dije

Nos levantamos y nos fuimos algo deprimidos con rumbo a casa, seguro mi madre debe de estar preocupada.

Sabes hijo, te voy a regalar mi vieja bicicleta, para que así no tengas que irte mas a pie al instituto, y no me repliques porque así no tendré que comprarte unos zapatos nuevos.

Tomamos ahora camino a la fabrica pues mi padre me dice que allá se le a olvidado su bicicleta; pasamos cerca al rió y me acuerdo de la masa asquerosa que por accidente lance al agua.

Mi padre me mira y me pregunta que pasaba porque me había puesto tan pálido, pero le digo que no es nada y seguimos camino a la fabrica.

Cuando estábamos llegando a la fabrica, vemos a lo lejos unos bandidos forcejeando el candado para llevarse la vieja bicicleta de mi padre, así que mi padre y yo corremos hacia ellos, cuando estábamos cerca mi padre se le lanza a uno de ellos para detenerlos, pero entonces suena un ¡DISPARO!.

Y ahí estaba yo viendo como mi padre se desplomaba por un disparo en su abdomen; Lleno de Furia e Ira me lanzo sin pestañear hacia el bandido lo golpeo en el rostro, le quito el arma y le doy un punta pie, mientras se retorcía en el suelo, agarro el arma con firmeza y por instinto le disparo al otro tipo que se trataba de llevar la bici, ahora me dirijo hacia el bandido que le disparo a mi padre y sordo a sus suplicas le disparo en el abdomen para que sufriera como lo hacia mi padre; suelto el arma y miraba como mi padre moría en mis brazos, y con su ultimo aliento me dice lo mucho que me amaba y que lo perdonara por no haberme esa estúpida bicicleta que tanto anhelaba.