-_what are you doing?_- //Murder Drones- Uzi x N//

002;; [meeting of two broken souls];;

[Edades;;
Uzi;; 13
N;; 14]

N se encontraba lejos de su casa, de todo y todos.
sentado en la fría y blanca nieve, era una noche hermosa pero él solo pensaba en lo que en hace horas hizo, su mente estaba desgastada y herida, solo sentía... miedo.
Cerro sus ojos y se llevó las manos temblorosas al rostro, ahogando un grito mientras movía su cola.
La frustración, arrepentimiento y dolor se hacían notar en su cuerpo.
Iba a colapsar.
El llanto.
Los gritos.
El crujir del bebé.
Todo le causaba un gran agobio de tan solo recordar...
Quería disculparse pero no podía.
Suspiro con puro dolor.
Tanto dolor...
Miro al cielo con la esperanza de encontrar un consuelo pero no...
Aunque, a lo lejos escucho una melodía.
¿Qué será?.
Logro calmar su ser.
Se levantó con la intensión de ver qué era esa hermosura que cautiba sus oídos...
Dio pasos suaves, no quería alertar a quien sea que sea.

Sin notar una pequeña sonrisita se mostró en su boca.

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Por otra parte, una chica de cabellos morados estaba sentada en una manta en el frío suelo, tocaba una guitarra, sus dedos se deslizaban por las cuerdas, mientras de su boca salía un suave canto.
En su voz se notaba molestia, su padre otra vez le falló.
Otra puta vez se centro en su jodido trabajo. ¿Qué había de ella...?.
¿Por qué solamente él la recordaba cuando hacía algo mal?...
Su voz se quebró. En sus ojos se notaron lágrimas pero siguió con lo suyo, alerta de igual forma.
Aunque estaba en zona "segura", nunca se sabía... Era todo muy oscuro y su linterna se quedaba sin batería.
...
Sintió una presencia atrás suyo, en la oscuridad, tomo bien su guitarra, con fuerza y firmeza, tarareando aún y dándose la vuelta, pegándole en las piernas al extraño con todo el enojo que tenía.
Se levantó y siguió golpeando al más alto, el cual estaba en el suelo chillando, ella aprovecho para desquitar su molestia que tenía.
No grito, solo siguió golpeando al otro.

[Uzi] ;;;

-¡Aaaah!, ¡Puto secuestrador!.-
Grito asustada, acercándose más e insultandole hasta que escucho unos chillidos y suplicas que se detenga.
Ladeo la cabeza confusa y quedó con la guitarra en alto, esperando que el otro se explique, dudosa de permitirlo.
No veía nada, eso le ponía los pelos de punta. Si.
¿Quién era?
Espero un poco.

La tenue luz de luna no llegaba a dónde ellos estaban.
Uzi no vio quien o qué golpeó.

[Uzi] ;;;

- ¿Quién o qué chucha eres?, Malparido. -
Alzó la voz, frunciendo el ceño decidida a darle otro golpe.
Uno más fuerte.

Una voz se escuchó proveniente del dron asesino, tartamudeante.

[N] ;;;

- ¡S-Soy N!, ¡Mucho gusto...!.
¡baja esa cosa...!-
Se hizo bolita, protegiendo su cola, no quería herir a la otra por accidente.
Luego dijo con un hilo de sangre saliendo de su boca;;

- ¿Podrías... Dejarme escuchar más de tu música?. -

Uzi quedó sorprendida y confusa.
¿Que mierda se creía o era?.
Agarró una linterna, dispuesta a apuntarlo para ver qué era pero no la encontró.
N en su pánico para que no vea lo que era la rompió con la punta afilada de su cola, sin que ella se de cuenta.

[N] ;;;

- No te haré daño, c-creeme, solo quiero sentir calma. Poder olvidar...cosas -
Dijo en un tono triste, era extraño que se mostrará así, siempre estaba feliz, o al menos eso intentaba convencer al resto y a si mismo...
Que falsa era toda su vida, ser alguien que no quería, hacer cosas para que el resto lo aceptara. Aquello rondaba por su dañada mente.

La chica de cabellos morados quedó en shock. Pero lo dejo pasar, no parecía alguien...
Malo.
Además se había identificado un poco con él.
Ambos estaban rotos.
Ambos buscaban un lugar para estar tranquilos.

Ella sonrió luego de pensarlo, se volvió a sentar. Su guitarra estaba totalmente rota pero no impidió que comenzará a cantar suavemente, el chico se sentó a su lado en la oscuridad, solo la pequeña luz de sus ojos y luna se mostraba.
Nunca se dijeron su nombre, pero no importa.
Son desconocidos pero se sienten bien el uno con el otro.
Ella no sabía que él era el enemigo.
Él no quería que se fuera cuenta, tampoco se quería encariñar.