Loto Blanco Disfrazado

Capitulo 17: Día Lluvioso

Se oyó un estruendo mientras la lluvia caía cada vez con más fuerza, las enormes gotas de lluvia golpeaban el autobús con un sonido amortiguado por el hierro.

Esta lluvia repentina hizo que el estado de ánimo de He Yu fuera aún más sombrío. Al mirar por la ventanilla, una espesa nube negra se cernía sobre la apretaba ciudad, y la visibilidad ya era mala con la lluvia ,y a medida que la carretera avanzaba y avanzaba, se balanceaba tanto que He Yu tenía aún más ganas de vomitar.

Al sentir que el estómago se le retorcía y que el ácido le subía por la garganta, He Yu se mordió el labio inferior y tragó para contener el vómito. Además, el autobús estaba tan lleno de gente y el aire tan enrarecido que se mareó.

He Yu agarró el informe que llevaba en el bolso y se rozó el estómago, con una vida diminuta en su interior. En su cabeza retumbaba un rugido, pero seguía recordando las imágenes del hospital.

El médico le preguntó por qué no había venido su alfa y He Yu, un poco desconcertada, respondió con sinceridad:"Aún no se lo he dicho"

La doctora, una omega mayor parecía un poco disgustada de que ocultara el embarazo y su tono se volvió un poco más duro de repente: "Eso no está bien, no sé qué piensan ustedes lo jóvenes, pero el pequeño bebé no puede estar alejado de la feromonas del alfa durante mucho tiempo, así que si quieres quedarte con el bebé, deberías hablar con tu otra mitad como es debido".

Al pensar en esto, la nariz de He Yu se encendió y sus ojos ardieron, y con un parpadeo una lágrima rodó por su cara. No quería que nadie lo viera, así que fingío mirar el paisaje y giró la cabeza hacia la ventana, dejando que las lágrimas rodaran una a una, para luego secárselas en secreto.

El hecho de que el asunto haya llegado a este punto,¿cómo puede decir, deja que Yan JingMing sea responsable de él y de su hijo?¿Lo querría Yan JingMing, su hijo?

En el corazón de Yan JingMing, puede que ni siquiera crea que el niño es suyo, después de todo, a sus ojos es una persona frívola.

Él puede pedir perdón en cualquier momento, pero no después de tener este hijo, es demasiado barato.

Tal vez Yan JingMing ya se había reconciliado con alguien que le gustaba, y él iría a la puerta a pedir perdón de nuevo.

Y no podía hacerlo, tenía miedo de oír de boca de Yan JingMing que no quería a este niño, así que más le valía no decírselo y retirarse por completo de su vida.

Pero el niño era inocente, y se sentía incómodo dejando que se convirtiera en una víctima de su amor propio.

Cuanto más pensaba en ello, más se mareaba, justo cuando llegó el autobús.

Seguía lloviendo a cántaros, así que He Yu no se atrevió a molestar a la mujer del jefe y se sentó en un banco de la estación a esperar a que parara. El viento se llevó la lluvia desobediente y le salpicó. Hacía un poco de frío, pero el aíre fresco de un día lluvioso le hizo sentirse refrescado, escuchando el vaivén de la lluvia sobre las hojas y observando cómo el caracol se movía lentamente sobre la señal de alto.

He Yu decidió que sería mejor armarse de valor y hablar mañana con Yan JingMing antes de decidir si el niño debía quedarse o marcharse, ya que tenía derecho a conocer su existencia.

Mientras la lluvia amainaba poco a poco, He Yu aprovechó la oportunidad para lanzarse a la lluvia, pero justo cuando se quedó atrapado en ella, alguien tiró de él y le colocaron un paraguas.

Yan JingMing también había venido hoy a espiar a He Yu al trabajo, pero tardó en ver aparecer a He Yu. Al principio pensó que se había perdido a He Yu porque las ventanillas del coche estaban cubiertas de agua en un día lluviosos, pero no había visto a He Yu en toda la mañana y no pudo evitar estar un poco preocupado.