¿Conocerme..? (Karlnap)

Pequeños tropiezos

-¿Necesitas algo más? ¿Otra almohada acaso? -Preguntó el peli negro.
-Será mejor que descanses un rato... Prometo estar aquí mañana por la mañana -Dijo retirándose de la habitación.

-Agh... -Se quejó Nick, o como lo conocían sus amigos, Sapnap. Se había despertado muy temprano para volver a la escuela, habían sido unas vacaciones algo cortas pero para él muy largas, sus últimas calificaciones no habían sido las mejores, sin embargo, se la pasó estudiando y prometió mejorar esta vez.

Tomó un baño rápido y posteriormente se cambió, eligió una sudadera negra y unos jeans oscuros, y como siempre, se puso sus tenis blancos con diseño de dos pequeñas llamas rojas.
Bajó las escaleras lo más rápido que pudo y buscó cualquier cosa en la cocina para desayunar de camino a la escuela. Entre búsqueda y búsqueda se encontró una nota de su madre donde decía que saldría de viaje de negocios y regresaría dentro de mucho tiempo, un plazo indefinido realmente.

Tomó sus llaves y salió de casa, eran inicios de otoño y el inicio de su último año en la preparatoria. Se apresuró y sonrió al ver a todos sus amigos esperándolo en el nuevo salón de clases.

-Sapnap, te desapareciste un buen tiempo, ¿te secuestraron o qué? -Preguntó Alex, este siempre traía un gorro puesto, Sapnap siempre pensó que había nacido con él o algo así, aunque sus amigos también lo llamaban Quackity pero era más fácil llamarlo por su nombre así que ahí quedó la cosa.
-Jaja, imbécil, bueno, digamos que esta vez sí estuve estudiando para no tener que andar haciendo exámenes durante las vacaciones como otros. -Replicó tratando de ponerlo en su lugar.
-Uff. Okay okay no te molesto. -Se quejó Alex al escucharlo.
-Hey! ¿Qué hacen par de tontos? -Había llegado Clay, mejor conocido como Dream, tomando de la mano a George. Ellos se habían vuelto pareja al terminar el segundo año, aunque todos estuvieron haciendo realmente un desmadre para que pudieran estar juntos.
-Nada, nada, aquí esperando a que aparezca Wilbur a decir alguna de sus idioteces. -Dijo Alex, cuando de pronto sintió dos manos por detrás sujetando su cintura.
-Vaya, parece que alguien hizo ejercicio durante el descanso... -Wilbur, el de lentes, se encontraba detrás de Alex susurrando en su oreja tratando de ponerlo nervioso.
-¡Cabrón! -Alex por instinto se separó dándole un empujón. Wilbur siempre le había hablado en un tono coqueto pero nadie sabía si lo hacía para molestarlo o si sentía algo por él.
-Oh, ¿no estás feliz de verme patito? -Dijo casi poniendo una cara de cachorro regañado acercándose más tomándolo de los himbros mientras Alex cubría su cara con ambas manos para que Wilbur no lograra ver lo roja que había quedado su cara ante tales comentarios.
-Vaya, consíganse una habitación ¿quieren? -Dijo George en un tono burlón.
-¡¿Tú también George?! ¡Se supone que eres mi mejor amigo! -
-Y lo soy pero es muy obvio que se traen ganas... -
-Oigan basta, dejen sus coqueteos para después, hay que enfocarnos en saber quién será nuestro profesor de matemáticas este año, si nos toca el profesor Philza probablemente tengamos todo cubierto de lo contrario... -Sapnap tenía la razón, el profesor Philza siempre los ayudaba con los problemas y de vez en cuando con las calificaciones pero si les tocaba algún otro profesor era seguro que iban a reprobarlos, ya bastantes maestros tenían la mirada puesta sobre ellos...

Pronto tocaron la campana y comenzaron a ingresar en el aula.
-Muy bien, supongo que todos ya se conocen así que iré directo al grano. -El profesor le hizo señas a alguien que aparentemente estaba parado en la puerta del aula, su cabello era esponjoso y se ondulaba un poco, sus ojos parecían ser de un color gris y llevaba puesta una sudadera de colores con unos pantalones negros y unos tenis morados. El chico pasó al frente.
-Chicos tenemos un nuevo estudiante que nos acompañará en este último año. Adelante, preséntate. -Dijo el profesor y acto seguido el chico habló:
-Hola a todos, mi nombre es Karl Jacobs, espero que podamos llevarnos bien. -El chico sonrió amablemente, parecía ser un rayo de sol. El profesor le indicó que se sentara al lado de Sapnap junto a la ventana y la clase comenzó.
Entre cada tanto Sapnap volteaba curiosamente hacia donde Karl estaba sentado, le parecía interesante que alguien se vistiera con muchos colores y sobre todo, la manera en que su cabello se ondulaba.

La campana sonó después de una hora indicando el descanso por lo que Karl se levantó y comenzó a caminar hacia la biblioteca. Sapnap sintió demasiada curiosidad que dejó a sus amigos platicando en el salón y optó por seguir a aquel chico de cabello café.
Entrando en la biblioteca se detuvo para ubicar al chico que buscaba y su mirada se fijó en él, estaba leyendo sentado en una mesa junto a las grandes estanterías repletas de libros sobre historias de ficción e incluso la historia de la pequeña ciudad en donde vivían.
Tomó un libro y con toda la actitud se acercó a su mesa para preguntar.
-¿Está ocupado éste asiento? -Trató de sonreirle. Karl despegó su mirada del libro que tenía entre manos, lo miró fijamente a los ojos y sonrió.
-No, adelante. -Karl era amable por naturaleza así que no dudó en ningún momento al decirle que podía sentarse a su lado, aunque obviamente pensó un poco en que era raro que Sapnap quisiera sentarse junto a él estando todas las mesas de la biblioteca desocupadas.

-Buenos días Karl, he venido a leerte otra vez aunque quiero que para ayudarte más, leamos las páginas de tu diario, tu me permitiste leerlo así que espero que no te importe que ahora te recuerde todo... -Tragó saliva y comenzó a leer.
-Querido diario, hoy fue mi primer día de escuela en la nueva preparatoria, todo fue bien e incluso conocí a un chico lindo, su cabello es negro, y realmente me gusta su personalidad, es muy amable conmigo, espero podamos ser amigos... -Y finalizó con la primera página.