Bueno aquí les dejo otro cap después de tanto pedirlo les traigo otro
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Hachiman miró ferozmente la parte posterior de la cabeza de Insecto-kun. ¿Ese maldito insecto se atrevió a pensar que podía hablar con su preciosa hermanita? Desafortunadamente, su imouto dulce y de gran corazón fue demasiado amable para rechazarlo por completo, y estaba entreteniendo los intentos de la cucaracha de hablar coherentemente.
Los hermanos Hikigaya habían decidido hacer un viaje de un día al centro comercial (bueno, Komachi había decidido, y Hachiman fue arrastrado por el paseo, no es que dejara pasar la oportunidad de pasar tiempo con su querida hermana), y tropezaron con dos tercios de los hermanos Kawasaki. Kawasaki Insecto-kun aprovechó la oportunidad para comenzar a charlar con Komachi, mientras que Hachiman se quedó atrás con Kawasaki Black-Lace, los dos simplemente observaron a sus hermanos menores.
"Entonces, ¿qué están haciendo ustedes dos aquí hoy?" preguntó Kawasaki el Viejo.
Hachiman se encogió de hombros. "Komachi dijo algo sobre una venta en una tienda de ropa. Obviamente, necesitaba una mula de carga", dijo con ironía. Kawasaki se rió entre dientes.
"Más o menos por la misma razón por la que traje a Taishi", admitió. "Es bueno ver que Komachi-chan tiene una buena cabeza sobre sus hombros".
"¿¡Eh!? ¿¡También estás aquí por la venta, Saki-san!?" Komachi preguntó en su forma habitual demasiado hiperactiva. Saltó hacia la niña mayor. "¿Qué planeas comprar? ¡Necesito unos jeans nuevos, y había algunos tops en la revista que se veían muy lindos!" Antes de que pudiera parpadear, los dos Kawasaki cambiaron de lugar y Hachiman se encontró en la desafortunada posición de caminar junto a Insecto-kun. Los dos pasaron unos minutos simplemente escuchando hablar a sus hermanas, antes de que Insecto-kun mirara a Hachiman.
"¿Entiendes de lo que están hablando...?" preguntó la cucaracha con una sonrisa vacilante. Hachiman se encogió de hombros.
"No, pero ese es el camino de la mujer. Nosotros, simples hombres, nunca podríamos esperar comprender conceptos tan extraños como comprar ropa ", respondió Hachiman con una cantidad apropiada de desdén. Insecto-kun se rió entre dientes, el ruido chirrió en sus oídos.
"¿Es eso así?" preguntó el chico más joven. "Entonces, ¿cuál es el Camino del Hombre?"
Hachiman desaceleró sus pasos. Era una pregunta válida, a pesar de la fuente. "Eso es complicado. No tanto como el Testamento Femenino, pero tomará un poco de explicación".
"Bueno, tenemos mucho tiempo. Probablemente estaremos aquí hasta que se ponga el sol. Nee-chan siempre tarda una eternidad en recoger cosas", señaló Insecto-kun. Hachiman asintió a regañadientes; el error tenía un punto. Komachi era de la misma manera.
"Sí, supongo que sí. ¡Regla número uno! Entiende que eres basura", proclamó Hachiman.
"...¿Qué?"
“La sociedad fue construida para las mujeres, sobre las espaldas de los hombres. Como tales, nosotras como individuos de naturaleza más masculina no somos considerados. Contamos como humanos, pero no como hombres”.
"Eso es... Pesado", murmuró Insecto-kun.
Hachiman se encogió de hombros con impotencia. "Es la verdad. Piénsalo: ¿quién hace trabajo manual en condiciones peligrosas y potencialmente fatales? ¿Quién es reclutado a la fuerza y enviado a la guerra cuando dos o más países se ven envueltos en un conflicto? ¿Quién debe ser siempre el primero en ofrecer voluntariamente sus vidas en una situación peligrosa?"
"Hombres", añadió Insecto-kun. Hachiman asintió gravemente.
"Exactamente. Nuestra única cualidad redentora es nuestra fuerza física superior, que es extorsionada sin piedad. Nos hace muy útiles para el trabajo duro y como escudos de carne, pero eso es todo. Las mujeres, por otro lado, son las que prolongan la existencia. de la raza humana, que cuidan a los niños y nos mantienen alimentados, y mantienen el hogar. No quiere decir que no puedan hacer trabajo físico o unirse al ejército, pero generalmente se los considera demasiado valiosos como para arriesgarlos".
