-- Escrita por "Irene Naridza"
Era la hora de salida en la escuela local. Con mucho entusiasmo, todos los niños empezaban a subir a los autobuses escolares para regresar a sus casas. Muchos otros niños emprendían el camino de regreso caminando y otros era recogidos por algún familiar o chofer que los venía a ver a un auto o motocicleta.
Este último caso era el de Kevin y Kelly. Dos hermanos gemelos que esperaban a que su madre viniera a recogerlos en su auto. Normalmente tardaba un par de minutos, por lo que siempre tenían tiempo para jugar o incluso para charlar entre ellos. Como ambos estaban en la misma clase, hablaban sobre cómo podrían hacer trampa en los próximos exámenes.
La charla no duró mucho pues escucharon el sonido de un claxon. "Mira, allí está mamá." Dijo Kelly al notar el auto de su querida madre. Ella les hiso señas y ambos se acercaron y subieron. Por el camino de regreso tuvieron la usual charla donde la madre indagó sobre cómo había sido su día en la escuela. Ellos respondieron de forma positiva.
La conversación de la madre comenzó a irse más enfocada en su hija, por lo que Kevin quedó dejado de lado. Eso no le pareció malo. Estaba muy entretenido viendo el paisaje del camino. Mientras veía pasar rápidamente los árboles y distintas flores sembradas al constado del camino. Comenzó a recordar lo que había pasado hace pocos días.
DÍAS ANTES.
Por ser malo con su hermana, había sido obligado a vestirse de niña. Terminó así por diferentes razones. Su hermana creía que eso sería un castigo bastante humillante y lo haría escarmentar y a no meterse de nuevo con su sentido de la moda. Pero luego descubrió que su madre lo había hecho por que tenía que conseguirle ropa a su hermana, pero como ella estaba enferma, alguien tendría que suplir su lugar.
Ese terminó siendo Kevin. Él se sorprendió bastante cuando entendió que incluso si no hubiera molestado a su hermana. Él igualmente tendría que haberse hecho pasar por Kelly para que su madre comprase la ropa. Después de todo, al ser gemelos tenían la misma talla, altura, color de ojos, color de cabello, etc.
Su hermana se rio bastante cuando ese día regresó con un nuevo atuendo. No le prestó atención a ello. Sabía que no hablaba en serio con sus bromas. En ese momento estaba más absorto en esa nueva sensación que había experimentado, que era el de usar pantimedias.
"(No puedo creer esto, soy un niño. Pero adoro como se siente usarlas)" Se decía así mismo mientras se vio en el espejo por última vez antes de quitarse todo el atuendo y ponerlo a lavar, desde ese momento, sería ropa para Kelly. No notó que su madre estaba justo detrás de él hasta que la escuchó reírse.
"Veo que te cuesta un poco despedirte del vestido y las medias." Dijo su madre. "No, no es eso, la cosa es que, nunca me había visto con este tipo de atuendo." Respondió intentando ocultar sus verdaderos pensamientos. "Como no pienso volver a usarlos. Solo quería dar un buen vistazo antes de regresar a mi ropa normal." concluyó.
"Tus ojos me dicen algo diferente." Su madre había detectado la mentira. "Sabes. Tu hermana tiene muchos pares de pantimedias. Te quedarían perfectamente. ¿Sabes por qué no te puse ningún tipo de medias para salir?" La pregunta le pareció fuera de lugar al pequeño, pero intentó responderla.
"NO TENGO IDEA." La respuesta hiso que la mujer diera una risita. "Soy muy fan de las pantimedias. ¿No has notado que siempre las uso?" señaló sus piernas envueltas en pantimedias de nylon negro. "No podía dejar que nadie dijera que una prenda tan hermosa es algo ridículo. Ni siquiera mi propio hijo varón." Lo rodeó con su brazo. "Por eso quería darte una pequeña lección."
Todo terminó de calzar. Ahora todo ese castigo tenía sentido. "No puedes engañarme, Kevin. Noté que te gustaron." Kevin estaba por inventar una excusa, pero las siguientes palabras de su madre lo dejarían sin ganas de buscar una. "Ese par que están usando. Puedes quedártelo. Ya compré los suficientes para Kelly." Él no podía creerlo. "Esas medias ahora son tuyas." Acarició su cabeza antes de comenzar a ayudarlo a quitarse el vestido.
DÍAS DESPUÉS.
Kevin no podía estar más feliz cuando obtuvo su par propio de pantimedias. Siempre las usaba junto a pantaloncillos cortos cuando estaba solo en su habitación. Era fácil lavarlas ya que su familia tenía una lavadora en casa. Cuando las ponía a secar, pasaban desapercibidas entre la ropa de su hermana. Su madre lo ayudaba a siempre ocultarlas entre su ropa limpia para que regresasen a él sin que nadie sospechara nada.
No quería intentar probarlas en público, era algo que Kevin quería guardárselo para el mismo y su madre. No era necesario mucho esfuerzo para darse cuenta de que la gente solía ser muy cerrada de mente, pero muy entrometida en la vida de los demás. Entre menos supieran, mejor para él.
PRESENTE.
Miró un momento a sus piernas que estaban cubiertas por el pantalón del uniforme de chicos. Nadie podría notar nada raro. Pero debajo del pantalón, se encontraban su amado par de pantimedias blancas. Había aprendido a ocultarlas bajo sus pantalones largos, así podría llevarlas a donde sea. No se sentía como cuando las usó con el vestido, pero estaba conforme.
Siempre le agradecerá a su madre por haberle enseñado la belleza en esta prenda.
FIN
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----- Si por allí encuentran alguna falta de ortografía, por favor, háganmelo saber -----
------------------------------------ GRACIAS POR VER. ------------------------------------
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Diferentes Razones.
Short StoryUn pequeño niño grosero termina vestido como una niña. Pero las razones no serán las que él cree. Imagen Portada hecha por HOTPOT