Sasuke x Naruto ~ SasuNaru ~

Ayúdame 🐈‍⬛

El amanecer iba iluminando la habitación con sus rayos de calor. La cama se situaba en el centro del lugar, rodeada de cuatro pilares hechos de madera.

En la cama se encontraba Sasuke totalmente desnudo, su blanca piel lozana brillaba con la luz del día. Su negra cabellera contrastaba con su piel.

Se movía lentamente, su cabeza le daba vueltas. Se sentía descompuesto, sus párpados le pesaban. Movía sus piernas con gran dificultad. En verdad Sasuke no se sentía nada bien.

Ni siquiera sabía qué día era ni qué hora. Hacía tiempo que estaba en esa cama en esa habitación sin poder salir ni hacer nada por sí mismo. Desde que cayó en poder de esos malditos lunáticos.

Aquel que lo tenía prisionero se encontraba sentado en un sillón de terciopelo negro, frente a una notebook escribiendo un mensaje para luego enviarlo por correo electrónico, a quien obedeció su órden de capturar a Sasuke y así entregarselo a él.

El actual dueño de Sasuke sonrió complacido al enviar el mensaje. Transcurrió unos minutos y recibió una respuesta. Al abrirlo y leerlo no pudo evitar de lanzar una alegre carcajada.

Acabado aquello, apagó la computadora, y desnudo como estaba se dirigió a la cama, donde se sumergió para volver a violar a su encantador prisionero.

Sasuke se desesperó al sentir cómo lo manoseaba otra vez, comemzó a respirar entrecortado al saber que sería violado nuevamente. Sentía los besos de aquel asqueroso sujeto mientras lo presionaba contra su repugnante miembro.

-No...por favor...ya no...no más...no... - sintió cómo su violador introducía dos dedos en su trasero - ¡No! ¡Por dios! - todo su cuerpo le pesaba - Naruto....por favor....ayúdame...¡Naruto!

- Él nunca vendrá por tí Sasuke, ya que tú me perteneces exclusivamente a mí. Además tu amado Naruto cree que lo abandonaste. Ya ni siquiera se acuerda de tí.

- ¡Mentira!
- Me perteneces Sasuke, eres mío, mi propiedad privada y exclusiva.

Sasuke sentía cómo su violador le introducía un tercer dedo mientras reía como una hiena.

- Estás listo otra vez - él le abrió las piernas y tras sacar sus dedos lo penetró - Me enloqueces ¿sabes? - sus embestidas eran duras y continuas - Dí mi nombre Sasuke, dilo mientras te violo, haslo.

-Maldito....me duele....basta por dios....
-Dilo
- ¡Te odio Nagato!

Las carcajadas retumbaron por toda la habitación, sin dejar de embestirlo lo acariciaba y besaba quitándole el aire.

La tortura era la especialidad de Nagato, y su mayor obseción siempre fue Sasuke Uchiha. Ahora que al fin lo tenía en su cama y a su completa merced era el hombre más felíz del mundo.

- Mío, solo mío y nada más que mío. Sasuke, jamás te voy a dejar ir. Me perteneces.
-¡No! ¡Por dios no! ¡NARUTO AYÚDAME!

Otro día más en su monótona y desolada existencia. Sin ánimo para reír, ni para vivir. Solo deseaba morir pero el suicidio estaba fuera de toda lógica para él. No obstante la intensa tristeza que albergaba su alma lo estaba matando por dentro.

Entró al baño y se mojó la cara para luego mirarse al espejo. Hacía meses que no le gustaba lo que el reflejo le mostraba. Patético, así se sentía Naruto. Desolado y triste desde que Sasuke lo abandonó.

Se lavó y salió como un zombie. Alguien sin vida alguna. Se limitaba a existir unicamente. Se sentó en su sillón y cerró los ojos para recordar los encantadores momentos vividos con Sasuke.

Estaba a punto de proponerle matrimonio cuando él se fue dejandolo atrás y destrozandole la vida. El llanto de un bebé lo devolvió al presente.

Abrió sus ojos y fue a la habitación donde estaba su hijo. El único que le daba un motivo para seguir viviendo.