Quirk por contacto (OS Bakudeku )

Parte única - Quirk por contacto

Desde pequeño Izuku anhelaba tener un don, era su más grande sueño al ser ferviente admirador del héroe número uno All Might.

Con los puñitos en alto y los ojitos brillosos, brincaba frente al televisor animando a su héroe soñado mientras esperaba con ansia la aparición de su quirk para comenzar su preparación como héroe y llegar a ser tan grande como el hombre en la pantalla, sin embargo... un año pasó, otro más, los chiquillos de su clase comenzaron a manifestar sus dones y él veía el tiempo escurrirse entre sus cortos dedos mientras intentaba que algo pasara, quizá que de sus palmas de pronto saliera algo, que de la nada pudiese levitar o al menos que con la mente pudiera mover cosas, mas nada ocurrió.

Aquel verano, con 10 años de edad tristemente se resignó a que no tendría un don, a que no podría ser como aquel símbolo de admiración de su infancia. Lágrimas cristalinas corrían por sus pecosas mejillas mientras la cruel realidad caía encima de él.

- ¡Izuku! ¡Espera! - sorprendida por la repentina realización de su hijo, su madre no pudo hacer nada más que quedarse con la impotencia cargada en el pecho al verlo salir corriendo repentinamente de su casa, como si con eso pudiese escapar de la aplastante decepción que conllevaba el saber que jamás tendría un don.

Con la respiración agitada y los sentimientos desbordando por sus ojos, Izuku corrió sin rumbo fijo, corrió hasta que le ardieron los pulmones y se concentró en respirar correctamente olvidando por un momento su triste realidad.

Olvidando incluso que las calles no eran tan desiertas como lo imaginaba y que, aún cayendo la noche había personas caminando.

El encontrón en una esquina fue inevitable.

- ¡Ah!

Dos chicos impactaron con la suficiente fuerza como para que el más pequeño cayera al suelo y el mayor se fuera de lleno contra la pared de una casa.

- ¡Ugh! ¡Mierda!

Sentado torpemente sobre el suelo, Izuku soportó el dolor en su parte trasera y alzó lentamente la vista mientras temblaba parejito, realmente no había notado que venía alguien más.

- ¡Maldito tipo! ¿¡No puedes fijarte por dónde vas?!

Un joven, quizá tres o cuatro años más grande que él, con cabello cenizo y hermosos ojos granates que, sintió le perforarían el alma en cualquier momento, lo miró con el ceño fruncido y los labios en una mueca de disgusto puro.

- ¡¡L-l-l-lo s-siento!! ¡No fue mi intención, r-realmente no vi! Yo-

- Es claro que no viste, tonto brócoli de mierda... Agh

El repentino quejido hizo que Izuku se pusiera alerta viendo con algo de pavor cómo el joven se llevaba una mano a un costado de su brazo.

Rojo.

El chico sangraba, al momento de impactar contra la pared, al parecer se había cortado con algo incrustado en ésta.

- ¡ESTÁS HERIDO! - de un brinco Izuku estaba de pie corriendo a auxiliar al extraño.

Realmente la situación no podía ser peor, no solo no tenía un don, no solo no podría ser un héroe, ahora estaba dañando a la gente también.

Inevitablemente sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, pero eso no impidió que se acercara al extraño joven queriendo comprobar su estado, por instinto alargó su mano colocándola sobre la herida del chico.

- No seas tonto, no tengo una hemorragia, no es como si necesi- deteniendo abruptamente sus palabras el joven cenizo miró impactado su brazo, algo pasó.