- ¡Rápido Mana!- gritó Kotori- ¿ya está lista?- ¡Ya voy!, ¡ya voy!- respondió desesperada la peliazul.
En ciudad Tengu había caído la noche, y La residencia Itsuka era un total caos en ida y vuelta.
Se podía escuchar a varias chicas ir y venir de un lado a otro de forma desesperante. Y un llanto muy fuerte que se podía escuchar en toda la casa.
- ¡Pañales!...
- ¡Talco!...
- ¡Toallas húmedas!...
- ¡Peluches!...
- ¡Biberón!, ¡pronto su biberón!...
Dentro de una habitación, las chicas, algunas de las espíritus que habían aparecido en este mundo. Quienes de encontraban en un aspecto desastroso. Ojeras, el pelo revoltoso, la ropa hecha girones se acercaron y miraron en la cuna donde estaba la criatura que no paraba de llorar.
- Shidou... tranquilo, ya estamos aquí- dijo Tohka
El bebé, al verlas a ellas se calmó un poco.
- Ahhh... - suspiraron todas del alivio al oír que el pequeño Shidou se calmó.- ¿Como llegamos a hasta aquí?.
Fue lo que se preguntó tomándose la cabeza del cansancio...