Tras haber salvado al niño descontrolado en el hospital y de que Jhon finalmente les pagara el sueldo que les debía desde hacia bastantes semanas, el grupo había decidido encargarse de tres casos pequeños por separado para calmarse levemente. Koshi se encargaría de una llamada desde el bosque sobre un avistamiento de osos mientras que Shiki iría hasta la prefectura de Saitama para ayudar a evacuar un edificio que estaba en peligro de colapsar
Por otro lado, Izuku estaría encargado de lidiar con el niño Tanuki, pues los budistas del templo ya estaban empezando a hartarse de las constantes llamadas de atención y bromas del niño. Estas bromas no pasaban de ropa escondida, sandalias cambiadas de lugar o simplemente hojas en el jardín, pero lo que realmente les hizo llamar al grupo fue el estado en el que vivía el niño con aparente comodidad
Según sus cartas, el niño parecía vivir en las calles y comer lo que la gente le regalaba, en especial ellos, lo cual no les molestaba, pero tras ver como un hombre con malas intenciones le regalaba una manzana llena de cuchillas de afeitar y de que uno de los monjes tuviera que cortarse la palma de la mano para que el niño no se lastimara, decidieron encontrarle un hogar al niño
Y Koshi le asignó la misión a Izuku debido a tres cosas, tenía contactos en otras áreas como el Teniente Cane de la policía y Loraine del hospital, estaba dispuesto a adoptar niños y pronto recibiría una casa lo suficientemente grande para mantenerlos, aunque esto último era algo ridículo, pues todos obtendrían casas iguales en la misma área, pero Koshi indirectamente había dejado en claro que Izuku o Shiki serían los que lidiarían con niños
Izuku : *tomando su teléfono* Lo mejor será llamar al señor Cane para tener los papeles listos o conseguirle un orfanato a este pequeño, tienen suerte que es alguien amable *escribiendo un mensaje al anciano policía* Por cierto, el niño tiene un nombre por el que lo pueda llamar cuando llegue al monasterio ?
Koshi : *preparando sus flechas y arco* Un monje lo vio un día y tras entregarle un poquito de Udon, decidió llamarlo Poco, no me preguntes por que, el mismo monje dice que fue un nombre sacado de la nada *explicó este mientras terminaba de arreglarse y salía de la estación* Por cierto, si Shiki llega y lo ves, dile que no tiene permitido acercarse a la cocina aún, todavía no llamamos a un exterminador para deshacerse de lo que sea que viva en los cajones
Izuku : De acuerdo, por cierto, tienes alguna idea de las casas que nos otorgaron con el ascenso ? *preguntó este mientras que en su uniforme había una placa que antes no tenía* Las placas son bonitas y todo, pero si esas casas no pueden contener a mis niños, la venderé que compraré otra
Koshi : Si las vi y son una maravilla, dos pisos, 6 malditas habitaciones y lo mejor, 2 baños!!! *Describió este mientras terminaba de alistarse y se dirigía a la puerta* Te recomiendo ir a verlas cuando termine tu turno y el niño Tanuki este durmiendo a gusto en un cuarto de tu casa *se burló este mientras que se despedía para irse a hacer su trabajo*
Tras un suspiro y una sonrisa, el peliverde se subió a la camioneta de su madre que tomaba prestada para trabajar, teniendo que ir hasta Hosu para encargarse del problema del monasterio. El camino ya lo conocía de memoria debido a que no era su primera vez en esa zona, sin embargo, no disfrutaba de estar en la misma área en la que recientemente Stain, el asesino de héroes, había sido avistado
De cualquier manera, durante el día, Hosu era lo suficientemente segura como para poder caminar tranquilamente alrededor de la ciudad sin temor a que tu cabeza fuera violentamente arrancada por un loco que se encargaba de matar héroes. Pero ese día específicamente, la ciudad parecía tener un aire diferente, más ligero y como si la tensión habitual de la zona se hubiera esfumado de la nada
Es más, a medida que se acercaba al monasterio, el aura parecía hacerse más y más ligera, similar a la de un niño cuando sonríe o la de un reencuentro con un viejo amigo, llegando al punto máximo cuando por fin llegó a las puertas de la enorme edificación donde vivían los monjes budistas, sorprendiéndose de encontrar un timbre común y corriente en lugar de una campana dorada o algo similar
ESTÁS LEYENDO
Mi Pasión por Salvar
FanfictionTras ver la inutilidad de los héroes, un desilucionado Izuku Midoriya decide que no quiere formar parte de ese grupo, encontrando así una segunda opción, una lejos de la corrupción y las cámaras, una que le dará la paz que tanto desea