prólogo

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Ya no era lo mismo.

Cada día Adora estaba más distante, ya no era la misma Adora dulce y cariñosa que conocía desde que tenía cinco años. Algo estaba cambiando y no me gustaba para nada.

Tenía ganas de llorar.

ー¿Cómo se me ve este short? Está haciendo mucha calor y no quiero llevarme un pantalón negro, me cocinaré.ー Dije soltando una pequeña risa juguetona.

Todo se remonta a nuestra amistad larga en la infancia, hemos estado juntas desde que tengo memoria. Adora era una niña muy inteligente, pero solo tenía dos neuronas en algunos aspectos. Yo por otro lado, era una niña desobediente que no le importaba a quién le respondía irrespetuosamente. Muchas veces Adora se metió en problemas por mi culpa y aunque ella dijera que no, yo sabía que su mamá Mara quería que su amistad conmigo terminara y me alejara de ella por ser una mala influencia. 

A mi madre Shannon no le importaba, así que jamás me molestó acerca de eso. Mucho mejor para mí.  No pudieron separarnos, así que nuestra amistad creció con más y más nivel. Después de un tiempo, Mara era como una madre para mí, ella me empezó a tomar cariño y ya no quería que me alejara de su hija.

Nuestro primer beso fue en secundaria, en segundo grado. Adora estaba celosa porque en ese año comencé a juntarme con una compañera nueva, ella se acercó y como no la vi tan insoportable la dejé que se acercara, su nombre era Scorpia.

Adora me llevó a los baños y cerró la puerta principal con seguro después de ver que no había nadie dentro, yo asustada le pregunté que sucedía, ella no me respondió y solo me besó. Éramos dos inexpertas tratando de dar un beso, terminé toda babeada.

Cada vez que Scorpia estaba cerca de mí, ella se ponía celosa. Yo le dije muchas veces que Scorpia era solo una amiga.

Todo hasta que Scorpia me besó enfrente de toda la secundaria un catorce de febrero.

Adora no me habló en dos meses.

Tuve que ir hasta su casa para hablar con ella, su mamá Mara me contó que Adora le había dicho que yo no la quería y que la había cambiado. Le conté mi versión de los hechos y me dió pase libre para arreglar el problema, Mara me dió mucho ánimo y un abrazo de comfort.

Nos reconciliamos con muchos abrazos y besitos que Adora me daba en la boca, terminé con una marca inexperta en mi cuello. Shannon casi me mata ese día.

Pasaron los años, entramos a preparatoria y todo se complicó más. Uno, ya no compartíamos salón de clases juntas, y dos...

Adora comenzó a arrastrarme hacia los baños en todos los recesos, me besaba como si muriera por no hacerlo y yo no podía negarme porque me gustaba que lo hiciera. Me tocaba mi cintura, mis muslos, me subía al lavabo y se frotaba contra mí. Cada día parecía más desesperada hasta que un día hizo un movimiento brusco que me dolió mucho, me quejé en un jadeo y fue cuando salió de su trance.

Estaba sumamente triste.

Tenía los ojos llorosos y estaba comenzando a temblar, le ayude a calmarse después de acomodarme el uniforme completamente, me pidió perdón muchas veces.

De ahí, todo empezó a subir de nivel.

De un día para el otro, Adora no obtenía lo suficiente y justo cuando estábamos a punto de hacerlo, algo le llegó a la mente que le hizo irse.

Quedé confundida y con ganas, pero no podía hacer más porque no volví a verla hasta después de siete años.

Lloré, me dolió y es que, ¿cómo no si era mi mejor amiga? Fue mi primer beso, mis primeras nuevas experiencias, y después de calmarme y que todo fuera como antes, me di cuenta de que la amaba.

No de manera amistosa, sino de manera romántica.

El día en que nos volvimos a ver fue el peor de mi vida.

Mi madre falleció, nunca tuve padre. Quedé sola y mi novia en ese tiempo me abandonó porque jamás pude tener intimidad con ella. Llegué a un bar y tomé todos los tragos que alcancé con lo que llevaba de dinero.

ーHola, veo que estás solita.ー Una rubia se acercó a mí. Sus ojos, entre mi visión nublosa, se veían que resplandecían.

ーNo sé quién eres, pero mi novio va a venir por mí.ー Escuché su risa entre mis palabras entrecortadas.

ー¿Ahora eres hetero? No creí que caerías tan bajo, gatita. Vamos, te llevaré a casa.ー No pude resistirme porque caí desmayada entre sus brazos y jadeos de preocupación.

Los rayos de luz golpeaban mis ojos y mi cabeza me dolía como el infierno. Parece que no fui robada ni nada por el estilo, lástima.

La visión de una espalda semidesnuda llegó a mí. Oh, al parecer por fin ya me rompieron el himen.

Yei.

ーFelicidades, desconocida. Acabas de follar con una chica demasiado guapa, pero es hora de irme.ー No esperé a que dijera nada y tampoco escuché sus gritos a la lejanía, tomé mis cosas y me fui de aquellos lujosos departamentos que cuestan más que mi vida. 

Una semana pasó y comencé a buscar trabajo, de algo tengo que vivir. Superé la etapa de negación y comencé la de sanación.

Mi ex regresó y yo la mandé a la mierda, no volví a pisar el bar jamás y conseguí un trabajo en una veterinaria pequeña de mi cuadra. La paga era buena para mantenerme y hacía lo que me gustaba. La herencia de mi madre llegó y decidí depositarla en el banco, vendí la casa familiar. Pude comprar un sencillo, pero lindo auto y adopté un gatito que me encontré al regreso de un viaje a la playa. Estaba en una caja en la orilla de la autopista, no tenía bigotitos y tenía su cola quebrada. Yo lo acogí y le di el nombre de Melog.

Todo parecía ir de maravilla, en los siguientes dos meses todo comenzó a acomodarse por sí mismo y estaba en mi mayor pico de autoestima, me sentía suficiente e independiente. Me llamaron a un hospital veterinario más grande. El más importante de mi país.

Bright Moon.

Aquí comenzó el verdadero dolor.

El hospital resultó ser propiedad de la mejor amiga de Adora.

Glimmer.

Tenía pensado renunciar e irme a otro país, quizá podría irme a Japón. Pero no, decidí quedarme porque Adora no merece mi sacrificio, me quedaré y la ignoraré por toda la vida.

Me saludaba por los pasillos, ponía una rebanada de mi pastel favorito en mi oficina, consiguió mi número de teléfono y me escribía todos los días hasta que la bloqueé, consiguió muchos números más hasta que exploté.

ー¡Ya déjame jodidamente en paz!ー Le grité con todas mis fuerzas, mi garganta dolió. ー¡Sino paras, me aseguraré de ponerte una puta orden de alejamiento!ー Me arrepentí un poco al ver sus lágrimas salir. Siempre fui débil con Adora, me sentí más débil ese día.

Sin dignidad me acerqué y la abracé, me sentí rara cuando sus brazos me sostuvieron con fuerza, sentí su miedo cuando se enganchó más a mí.

El abrazo se sintió cálido.

Y familiar.

Todo seguía igual, trataba de ignorarla y ahora solo me llegaban pequeños detalles como una rosa, un chocolate, una notita pidiendo disculpas, comida porque se me olvidaba alimentarme por el trabajo y hasta una foto de nosotras dos juntas de pequeñas. Pese a todos mis esfuerzos, caí.

Caí jodidamente fácil.

Comenzamos a vernos en la cafetería del trabajo y comenzamos a conocernos de nuevo, le dije que ya no me gustaban las rosas y que ahora amaba los tulipanes. Ella jamás volvió a enviar rosas.

Ahora solo tulipanes.

Es a donde llegamos aquí, todo estaba cambiando.

Y si volvía a romperme el corazón, no estaba segura de si iba a poder sobrevivir de nuevo.

ーBien.ー

Oh, Adora, todo se siente diferente.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2023 ⏰

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