El color de tu destino

Lagrimas de un copo de nieve

Aquella fría noche el llanto no paraba, las lagrimas resbalaban sobre mis mejillas rojas, por qué todo es tan difícil. Mi madre acababa de morir frente mío, solo se desvaneció y cayó al suelo, duele, duele verla. No hay nadie más, estoy solo.
La nieve se adentra en aquella ventana de la cocina, abierta, tal cual diera invitación al paso de los vientos helados, mi padre en ausencia desde el día de mi nacimiento y mi hogar solitario donde no sienta alguna pizca de calidez.
- ¡Madre no te vayas, no puedes dejarme aquí solo, qué hago sin ti! lo dije gritando frente a su cuerpo desplomado.
Un vago recuerdo de mamá llegó a mi mente, era ella cantándome una canción de cuna hasta caer profundamente dormido, decía que así no daría tanto miedo cerrar los ojos "sueña mi cielo, vuela entre las nubes y busca el sol en recuerdos de la lluvia"
Canté a su lado, le canté para que no le de miedo cerrar los ojos por tanto tiempo, el llanto no cesaba y cerré los ojos junto a ella.
Dormí un largo tiempo, el reloj marcaba la hora del almuerzo y mi madre tendida en el suelo, pienso que debo ponerla a descansar. No sé qué hacer en estos casos, es muy pesada así que arrastro sus pies hasta una lona que tendí en la nieve, la cual amarré en un trineo mecánico, mi madre por suerte me enseñó a manejarlo. La coloqué en aquella lona y di camino a un campo junto con flores edelweiss. Jalé la lona y la coloqué en aquellas flores blancas, mi respiración es pesada y sigue nevando, parece dormida.
Las lágrimas solo aparecen, no puedo contenerlas, aumentan y yo solo me tiendo de rodias su lado.
Resulta que mi madre sufrió un infarto, fue inevitable. Lo supe después de unos años. Después de dejar a mi madre regresé a mi casa con un dolor inmenso, sabía que desde ahora en adelante todo sería diferente, tengo hambre y no sé cocinar, tengo que sobrevivir...

Edelweiss
La flor de  las nieves se llama, es símbolo de amor verdadero y eterno.