-Ni siquiera pensarlo.
En ese momento entramos a su casa y quede totalmente desconcertado...
Al entrar un a señora, bastante guapa, con una sonrisa muy grande apareció y nos dio un gran saludo, con una gigante sonrisa.
-¡Yamato! Bienvenido, ¿como te ha ido?
-Bien mamá, gracias.
-¡Oh! Veo que has traído un amigo ¿Cual es su nombre? - preguntó la mujer con una gran sonrira en su rostro.
-El es Asah-
-Asahara Sunao un gusto - lo interrumpí.
-Sunao... Que lindo nombre, tan especial. Yo soy la señora Nagisa, mucho gusto, ¿eres amigo de Yamato?
-Pues exactamente...-
-Es mi mejor amigo madre, y me he manchado con un poco de zumo en la camisa, asi que el, tan gran amigo que es decidió que me la lavaría. - me interrumpió.
-Oh! Ya veo, bueno, solo dejame te doy un poco de jabón Sunao.
-Si, gracias- dije yo y Yamato me miro con una sonrisa victoriosa.
La madre de Yamato salio de la habitación dejándonos a los dos solos.
-¿Por que eres asi?- me atreví a preguntar.
-¿Asi como?
-Tan malo, como un delincuente. Cuando tu mamá es tan adorable y mona.
-¿Acaso esta mal ser la oveja negra de la familia?- dijo en tono serio.
-Yo nunca dije eso, solo que, el tener una familia hermosa, y poder disfrutarla, pero tu no lo haces.
-Me aburre la típica "Familia Feliz"
-Ese no es un problema, solo que decidiste irte por lo peor cuando tenias todo por delante.
-Ya en serio ¿que te sucede enano?- dijo en tono molesto.
-Solo es envidia- dije con un sonido de desinterés.
En ese momento llego la mamá de Yamato con el jabón y un cepillo.
-Bien aquí tienes- Me dijo la señora Nagisa
-Gracias- mire a Yamato, y este se empezó a morir de la risa.
Acto seguido se quito la camisa y me la arrojó a la cara, me la quite, y me encontré a Yamato dejando ver solo una playera de tirantes negra que se pegaba demasiado a su cuerpo, en ese momento sentí mi cara arder hasta más no poder, Yamato notó mi expresión y en ese momento sali corriendo hacia el cuarto de lavado.
¡Maldicion! ¿¡Que carajo me pasa!? ¿Por que me sonroje? ¿Por que salí corriendo?
Al pensar tantas cosas así, no me había dado cuenta que ya había empezado a lavar la camisa de Yamato y fue cuando me enoje más.
-¡Yamato!
-¿Que pasa enano?
-¡Ven tu y lava tu camisa! ¡Yo me largo!
-¡Espera!
Cuando grito yo salí corriendo, la verdad no sabía que me pasaba se supone que es normal ver a un hombre en playera bueno, tan lo menos para mi.
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Al día siguiente iba caminando hacia la escuela y me encontré con tres mocosos que estaban pateando a un perrito, el perro gritaba y chillaba horrible, sentí un dolor inmenso, hací que fui hasta aquellos mocosos y les di un golpazo en la cara a cada uno de ellos, al parecer eran de mi escuela, llevaban el uniforme y el escudo.
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Te necesito... (Yaoi-Gay)
Romance« Los monstruos de el pasado suelen perseguirte. Hasta el final. » Asahara, un marginado social sin un mayor motivo para vivir que el rencor. Rencor que pudría su alma día con día. Caminaba por el rumbo de la vida sin un rumbo fijo, creyendo que n...