𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐏𝐇𝐎𝐓𝐎 || 𝗒𝙰𝙽𝙶 𝗃𝚄𝗇𝙶𝚆𝗈𝙽

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♦️Lu♦️

Los domingos de películas son una de cosas favoritas, mi gusto culposo es verlas sola, soy demasiado tiquismiquis cuando se trata de cosas que disfruto y decidí que nadie merece ver películas conmigo, por eso las estoy viendo sola, es solo por eso, ¿okey?

Si, si, obviamente no es porque no te invitan.

Me metí una pieza de pollo mientras veía la televisión prestado mucha atención, era una de terror, estaba la típica escena donde la protagonista entra con toda la paciencia del mundo al lugar menos razonable del planeta.

—Adivinare, se irá la luz por arte de magia —le dije a mi gato rodando los ojos.

Me reí cuando justo paso lo que había predicho.

Justo en ese momento una notificación haciéndose presente en mi celular, la vi de reojo, me imaginaba que era el grupo de la universidad, la verdad no le prestaba mucha atención.

"¿Van al viernes a casa de Estefan?"

Pude ver en la notificación emergente, no era para mi, lo más probable es que ni sepan que estoy en el grupo y no los culpo, la única razón por la que estoy ahí es para entrar cuando tengo una duda esperando que otra pobre alma pregunte.

—¿Te parece si mejor vemos Breakman?, no vuelvo a seguir recomendaciones de Tik Tok —le dije a mi gato mientras agarraba una papita pero al voltear al otro lado del sillón me dí cuenta que mi querido acompañante ya no se encontraba a mi lado —¿Etos? —dije llamándolo.

Me levanté a dejar los platos en el fregadero mientras me dedicaba a buscar a mi gato con la mirada, por lo general era un chicle cuando estaba en casa así que me pareció algo raro no verlo, al llegar a mi cocina y dejar los platos fuí a buscar el juguete favorito de Etos para llamarlo, sonreí internamente sabiendo que volvería a quitarme su jueguete de mis manos así que no agite cantando victoria.

No vino.

Comencé a buscarlo por lo lugares donde más solía estar hasta que me vista dió con la ventana, me encontré en pánico como una mamá gallina con sus polluelos a encontrar a Etos caminando tranquilamente patio, no tendría mucho problema si estuviéramos en cualquier otra parte pero aquí no, era un pueblo bastante supersticioso hablando de gatos, he oído historias espantosas de lo que los lugareños más cegados le hacen a los pobres gatos.

Así que salí con mi bata corriendo a traer devuelta a Etos a la casa preparada para repartir coñazos si veía a mis vecinos cerca de mi gato.

—¡Me vas a dar un infarto! prometo dejarte salir cuándo regresemos a casa pero por favor quédate dentro mientras estemos aquí —dije entre dientes mientras lo cargaba y comenzaba a caminar a la puerta.

Al llegar a la puerta a mis espaldas escuché algo que me helo la sangre por completo haciendo que me volviera de inmediato un manojo de miedo.

Pude escuchar con claridad con maullido de dolor de un gato, pensé lo peor, la gente de este pueblo está completamente loca, mi corazón de apachurro y evitandome pensar con claridad así que antes de que mi mente reaccionará mi cuerpo se activo dejando a Etos en la casa con todas las ventas y puertas cerradas para evitar que alguien entrará a hacerle daño y agarre en bate de mi abuelo para comenzar a encaminarme al bosque de dónde salía en horrible aullido.