Solo había cinco reglas que el destino le susurraba a un príncipe en sus sueños.
Nunca te enamores de nadie sin conocer realmente su corazón.
Nunca tomes al villano para ti porque un verdadero villano te destrozara sin compasión.
Nunca traiciones a...
El paso de los años siempre causa distorsión a cualquier historia, cada generación desecha datos que en algún punto fueron cruciales por el hecho de no entenderlos o que no se ajustan a su percepción sabiendo que estas acciones se llevaron a cabo muchas décadas antes que ellos desarrollan un solo pensamiento lógico.
En la gran biblioteca real del palacio del Reino Cristal estaba Gun sosteniendo dos cristales que eran réplicas, uno de ellos era un bello, fluorita y el otro era una hematita. Ambos eran diferentes uno era colorido y precioso sin embargo el segundo era negro y misterioso.
Junto a los dos cristales exhibidos en la biblioteca estaba un retrato de un hombre que le resultaba casi idéntico a su prometido, en efecto el Gun Atthaphan Rey de todo el Reino Cristal se casaría pronto con el tercer príncipe Off Jumpol quien se convertirá en su consorte.
No tenía intención de casarse sin embargo su compromiso databa desde hace cientos de años y no podía desobedecerle, nunca entendió por qué tal intrusión sin embargo la respuesta se encontraba en todos esos antiguos pergaminos que contaban la más triste historia de amor que se llenó de odio rabia y fue la causante de una de las más grandes guerras en su reino.
Para descifrar la naturaleza de su compromiso debía de entender los hechos que se suscitaron hace tanto tiempo que estaban sellados en eso pergaminos que hasta ahora se abrían por primera vez desde que se escribieron.
Tomando un pergamino inicio con la lectura de lo que dio inicio a tantos cambios y a tanto dolor, el siglo de Ciksura fue llamado a ese periodo de angustia.
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El Reino Cristal un lugar lleno de magia y tradiciones que todos sus habitantes respetaban y veneraban, esa noche celebrara el nacimiento del segundo príncipe del reino, un pequeño bebé llamado Gun Atthaphan.
El pequeño príncipe nació el tercer día del tercer mes en luna llena cuando la constelación de Casiopea brillaba fuertemente sobre el manto negro de la noche y la constelación de Tauro se teñía de rojo.
Su padre el rey había decidió eliminar cualquier registro acerca de la fecha exacta de su nacimiento no queriendo que su hijo creciera con tanta presión y maldición sobre sus diminutos hombros.
Todo el reino tenía tradiciones y entre ellas estaba la lectura del destino por nacimiento, un arte no del todo preciso, pero lleno de significados que siempre se cumplían en su propósito o intención primordial.
Nacer en luna llena dirigía su destino a entablar alguna relación del reino enemigo, tener dos números impares en su mes y día de nacimiento significaría un tormento, la constelación de Casiopea se asociaba con regentes o con castigos y la constelación de tauro como segundaria significa amor.
Su hijo en cualquier manera significaba desgracia, se relacionaba con el enemigo que veneraban a la luna de alguna manera sufriría y sabía que se relacionaba con el amor además podría llegar a ser un rey o tener un castigo como lo indicaba la constelación de Casiopea.
