perfetto omega ✧ Hanknow

I

- ¡y una mierda, Nathan! necesito a ese maldito infeliz de rodillas pidiendo perdón.

- lo sé jefe, pero desgraciadamente escapo del país, esta muy lejos de las fronteras aliadas.

- carajo - suspiro - búscalo, no puede escapar tan lejos, las ratas siempre tienen corta vida.

dicho esto, se dirigió al salón de descanso, realmente este último trabajo era muy tedioso, le costaba mucho llegar a Nenè.

es que, ese hombre fue lo peor que pudo pasarle en la vida, nadie se había salido con la suyas como él. Pero le costaría mucho salir de aquel gran lío en el que se metió solo.

reviso su celular, hace como unas horas no lo miraba. Miro las notificaciones, noticias, noticias y más noticias.

Así que mejor se dirigió a los mensajes, la mayoría era de socios y conocidos, pero el único que le importo fue el de su amado esposo.

Sonrió, parecía un idiota al sonreirle al celular, pero es que él lo tenía flechado, enamorado. Él era un bello príncipe sin lugar a duda.

Sus mensajes eran la cosa más hermosa que podría leer en su vida. Aunque sonará cursi, su corazón latía a mil por hora por cada letra que dejaba.

"buenas noches hannie, ¿sabes que te amo mucho verdad?"

"hannieee, ¿ya llegaras a casa?"

"se me antojo un rico heladito de fresa y galletas"

Oh, su lindo esposo estaba embarazado, cuando supo de la noticia, fue el alfa más feliz del mundo.
Sabía que su vida mejoraría cuando lo conoció y ambos quedaron enamorados.

"buenas noches Minho, ¿Cómo estuvo hoy tu día bello omega?"

"espérame un poco más, pronto estaré en casa contigo."

Guardo su celular y se dispuso a salir de esa gigante mansión donde hacia cada uno de sus trabajos.

Se despidió de Nathan, quien se encontraba en la sala haciendo una llamada, a quién sabe quién.

Subió a su auto, y se fue de ahí sin nada más que decir.

Ansiaba llegar a casa, llegar y sentir el aroma de su omega, ese aroma que lo traía loco, frutos rojos y rosas.

Si, estaba completamente enamorado de Lee Minho.

+

Al abrir la puerta e ingresar, sintió un peso en sus brazos, o más bien sintió a alguien trepar como un koala en sus brazos.

- ¡Hannie volviste!

- Buenas noches mi amor -sintió las manitas de su esposo en sus mejillas y uno que otro beso en sus labios y mejillas -

- ¿alfa, estuvo bien su día?

- si amor, ¿Cómo estuvo tu día, hiciste algo? - camino con el omega en brazos, hasta el sofá para estar más cómodos -

- hoy aprendí a hacer un delicioso pastel, pero el bebé se lo comió todo - sonrió -

- ¿entonces mi bebé no sobro nada para papá?

- no amorcito, pero mañana te preparo más ¿sip?

- esta bien mi amor, lo importante es que él bebé comió bien.

suspiro cuando lo vio soltar un pequeña risita, es que describirlo era casi imposible, simplemente las palabras sobraban cuando era de hablar de su esposo, era perfecto para todo.

acaricio su espalda e hizo acurucarlo en su pecho, oyendo pequeños ronroneos de su omega.

- Amor, ¿quieres ir a dormir?

-si hannie, tengo mucho sueñito, quería esperarte para dormir.

-bien, entonces vamos a dormir.

Minho bajo de él para tomarlo de la mano y ambos sonrieron para subir a su habitación, su lugar más privado y sagrado.

su primera habitación, después de su matrimonio decidieron que el único lugar seguro era su habitación, donde podían ser ellos mismos y podrían ser felices sin importar que.

ambos se colocaron sus pijamas, minho tenía puesto un lindo vestido color verde pastel, mientras que Jisung tenía un conjunto color azul oscuro.

Desde hace dos meses Minho comenzó a ocupar vestidos porque lo hacía sentir muy cómodo y bueno quién era Jisung para negarle sus deseos a su lindo esposo.

se acostaron y Jisung hizo algo que a minho le hacía sentir mucha felicidad, comenzó a hablar con su bebé.

- buenas noches angelito, ¿Cómo te comportaste con mami hoy, mmh?

- angelito se comporto muy bien, mi amor

- te amo mucho angelito, realmente espero tu llegada con ansias - dejo un beso en su barriguita -

Minho amaba como su esposo demostraba todo el amor que tenía, él amaba a Jisung, a su alfa.