Capitulo 1

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Otra noche trabajando de mesera, atendiendo esposas y novias, de jóvenes y viejos mafiosos, teniendo mucho cuidado de no meterme en problemas o me volarán la cabeza.. El uniforme puede ser algo raro y muy sexy, pero es cómodo y lindo, también donde vine a buscar trabajo, yo sola me metí en esto, lo bueno, es que el sueldo es muy bueno, y puedo ayudar a mi familia. Tomé la bandeja de metal, sacudí un poco mi uniforme y comencé con mi horario laboral, una bonita sonrisa para atraer clientes y que puedan irse de aquí con una buena sonrisa y una hermosa noche. 

-Por aquí!

Escuché la voz de una chica, cuando pude localizarla caminé hacía su mesa y allí esperé a que me dijeran que iban a ordenar, el casino estaba completamente lleno, así que tenía bastante trabajo, creo que esta noche no llegaría a casa, debería de avisarle a mi familia. Nuevamente la chica habló, pero ésta vez parecía molesta, se notaba en su tono de voz.

-Disculpa, estás sorda o eres estúpida?!

-Lamento mucho no haberla escuchado señora, díganme, que van a pedir?

Sonreí mientras veía el adorno que estaba en la mesa de vidrio, mi cuerpo estaba raro, sentía una cálida y penetrante mirada hacia mí, pero no le di importancia, y seguí con mi trabajo.

-Tráenos lo mismo de siempre, por favor.

Habló un moreno quien estaba sentado al lado de la peli roja, diciendo aquello mientras su novia me miraba con rabia, sabía que si le sonreía algo malo iba a pasar, pero aún así lo hice.

-Mira perra, deja de coquetearle a mi prometido, no tienes otra cosa que ponerte? Pareces una promiscua así.

-Primero que nada, es mi uniforme, no me visto así por que quiero, otra cosa, tu y yo no somos de la misma raza, tu eres una perra estropeada, mientras que yo soy una perra empoderada... Y otra cosa hermosa, no estoy coqueteando con tu prometido.

Aquel moreno no dejaba de verme, antes de que la chica pudiera responder uno de los hombres que estaba con ellos en la mesa, habló. 

-Señorita Dywel, podría traernos las bebidas de siempre y...un agua para Daphne, por favor?

-Claro, enseguida, cuatro whisky's y un agua, para la señora. 

Anoté el pedido y antes de irme pude escuchar "Señorita Smith para tí, zorra." Simplemente reí ante su comentario para poder ir hacia la barra y hacer sus pedidos. Luego de unos pocos minutos, llevé las bebidas y el agua hacia la mesa 3, dejé los vasos en la mesa y estaba por irme, pero hice algo malo, o eso creo...

-Es la ultima vez que te advertí perra.

Mencionó la joven de vestido plateado, mientras me apuntaba a la cabeza con una pistola, y no sabía que ésta no sería ni la primera ni última vez que sucedía algo así, el dueño del casino, o sea mi jefe, no estaba esa noche, como los demás días, así que esta vez debía de arreglármelas yo sola.

-Adelante, dispárame.

Dije desafiante, esto se pondrá feo...

-Daphne, baja el arma.

-No  bajaré el arma, hasta que deje de sonreírte como una zorra barata, por que eso es lo que es, como todas aquí.

-Daphne...Te dije que bajaras el arma ahora mismo! 

El joven de traje negro, se paró rápidamente, quitándole el arma a la chica mientras se ponía delante de mí, la tomó del brazo y se fueron del lugar, el último chico, de traje rojo, me dio el dinero de las bebidas y se disculpó conmigo por lo que había ocurrido para luego esfumarse a través de la multitud. Mi teléfono comenzó a vibrar, así que atendí rápidamente.

*EN LA LLAMADA*

??: Supe lo que pasó, puedes irte a casa Sky, descansa. Mañana hablaremos del tema.

-Umm, s...si, gracias jefe, usted también adiós.

*FIN DE LA LLAMADA*

???:El jefe dejó que te vayas antes?

Preguntaron detrás de mí, solamente asentí mientras me cambiaba, no debía avisar que llegaría tarde, e igualmente iban a pagarme la jornada trabajada. Al salir escuché unos gritos y me acerqué para saber de donde venían, las voces se me hicieron conocidas, y logré ver quienes eran, el joven moreno y la estúpida peli roja que quería dispararme en la cabeza.

*POR EL LADO DE DAPHNE Y WESLEY*

-Lo sabía, siempre vienes aquí, estás engañándome, te gustan esas malditas perras, iba a volarle la cabeza, Wesley Smith, eres un imbécil, te odio, no me dejaste hacerlo, por que me engañas con ella! 

-Daphne, cálmate, si siempre vengo aquí, y siempre te lo dije...No estoy engañándote con nadie, quítate esa maldita idea de la cabeza, no vas a asesinar a nadie. Estás loca, acaso quieres que su jefe nos mate?! 

Daphne está colmando mi paciencia, y así no quiero casarme, me está hartando, siempre la traté como una reina, mientras que ella a mí siempre me trató como un simple sirviente, un maldito sirviente para ella... Y eso está cansándome realmente.

-AGHH! Y QUE ME IMPORTA! ESA MALDITA PERRA Y TÚ, TIENEN ALGO! LO SÉ MUY BIEN! TEN TU MALDITO ANILLO Y VETE DE MI VIDA!

-Sabes que Daphne, ya me cansé, no puedo más, gracias por el anillo, acabo de llamarte un taxi, llega bien a casa, y aquí dejemos la relación, se cancela todo. Se feliz.

*POR EL LADO DE SKY*

Debo irme de aquí, si me ven quien sabe lo que pueda pasar, y mucho más la chica, siento que si me ve, querrá mi cabeza en su pared. Ush! Me dieron escalofríos. Me coloqué el casco, encendí la moto y comencé a manejar rumbo a casa, donde allí se encontraban mis mejores amigas, Emma y Olivia, quien iban a quedarse a dormir en casa.

-Mi vida! Llegaste, como te fue?

Mencionó Olivia, mientras Emma estaba en la cocina preparando la cena.

-Chicas, la cena está lista!

Gritó, y ambas corrimos hacia ella. Allí nos encontrábamos las tres comiendo, bebiendo y contando cosas de nuestros trabajos.

-Eso no es para nada comparado con lo que a mí me sucedió...

Las dos chicas me miraban fijamente mientras sostenían una copa de vino en sus manos.

-Hoy me apuntaron con un arma en la cabeza, la prometida de un jefe de la mafia..

Las chicas se exaltaron y Emma comenzó a hacer preguntas y tratar de fijarse si me habían lastimado o no, me alejé lentamente y les dije que estaba bien, solamente que mis ovarios dolían un poco, pero fuera de eso, estaba perfectamente. La noche de chicas se pasó bonito, entre tragos, risas y algún que otro llanto. Cada quien se fue a dormir a su respectiva cama, Olivia y Emma entraron en un sueño profundo al instante, pero yo no podía conciliar el sueño, de un lado a otro me movía, cerraba mis ojos intentando dormir pero nada funcionaba, cuando por fin pude quedarme dormida un escalofrío recorrió mi cuerpo, sintiendo una presencia masculina a mi lado, desperté y logré ver el rostro de aquella persona, quien estaba con su dedo índice en sus labios en señal de que no hiciera ruido, mi respiración se estaba agitando un poco, sentía su tacto en mi suave piel, sus labios chocaron con los míos mientras una de sus mano se paseaba por debajo de mi vestido, hasta mi feminidad e introducir dos dedos.. Un pequeño pero audible gemido salió de mí boca, éste sacó sus dedos y volvió a besarme logrando que despertara mojada.

-Diablos, nuevamente él... Susurré para luego ir al baño a darme una ducha y volver a la cama.

Mi DebilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora