✫¿Ya no estaré limpio, cierto?✫

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A veces hacemos
cosas de las que
nos arrepentiremos
por siempre, ¿No?

No sabía con exactitud porque lo hizo, durante la mañana su mente no paraba de torturarlo, siempre llega ese momento en el que una persona la cual no tenía una mente corrompida comienza a pensar "mate a alguien" "era una vida" "yo asesine a alguien" el peso de esas palabras comienza a caer sobre el, pero, ¿Qué más puede hacer? Al menos eso es lo que el se plantea para tratar por lo menos de comer o poder estar parado a un lado del padre. Nadie está libre de pecado, todo ser humano que haya pisado tierra es hacedor de pecado, el lo sabe, incluso el padre con el que trabaja, aquel viejo sin vergüenza que toqueteaba a los pobres niños monaguillos y violaba a algunos otros en situación de calle. El lo sabe, lo sabe todo.

¿Y qué más da?

Ellos también lo hicieron, mataron a su hijo, solo estoy haciendo la justicia que la policía no pudo, ayude al chico, ayude a Tweek.

Es lo que se planteó el de cabellos noche mientras se vestía de manera normal y retiraba su ropa de sacerdote, ese pretexto le serviría para poder seguir normal y mirar a las personas a la cara de nuevo.



                        ...✰...



—Hoy estas muy cerca mío— dijo el joven Craig al sentir otro horrible escalofrío recorrer su espina dorsal, vaya que se sienten extraños.

¿No te gusta?—pregunto ese diablillo, colgado de los hombros del contrario, manteniendo su antiguo diario en manos con una sonrisa en sus labios.

—No me molesta...— dijo, aún sabiendo que eran terribles sensaciones, pero no podía decírselo, quizá le tenía un poco de miedo a aquel espíritu.

Oye, Craig...— anuncio bajo.

—¿S-si? Dime— tartamudeo, que lindo, pensó el rubio.

¿Te asusto, no es cierto?

Vaya que si lo asustaba, no se atrevía a admitirlo, ¿Razón? Ni siquiera el lo sabe. Prefirió quedarse callado pensando una buena respuesta, hasta que quien revoloteaba cerca de el hablo, o algo así, no sabe cómo es que puede comunicarse con el de manera tan fluida.

No te haré nada. Me gustas.

¿Le gusto? Ja, que lindo.

¿Yo a ti también, no? Quizá estamos destinados, Craig.

Si.— No, es claro que eso es imposible, pero al mismo tiempo lo es. ¡Que hermoso! ¿No? ¡Que horror! No quiero.

Lo sabía, nadie escapa de mis encantos.

Es claro que no son encantos, algo está mal conmigo, algo está mal con el... No, el está bien, yo estoy mal... Tengo su cuerpo en la sala, el olor es insoportable, mis fosas nasales ya ni siquiera responden... ¿Entonces soy yo quien está mal? No, yo no, yo soy normal, yo estoy bien.

"yo soy normal, yo estoy bien" Ujum, lo dudo, creyente.

¿Qué? Cómo sabe el que... Me tiene a sus pies, ¿No? ¿Así se siente que te guste alguien? Que sentir tan lindo, lo odio.

—Eres encantador, Tweek.— pienso algo y de mi boca sale otra cosa, pareciera que no tengo control sobre mi mismo.

Gracias, lo eres también.— una linda y pobre alma creyente corrompida por mi maldición y mi ansia de vida. El es mi nueva vida. Ya me permitió quedarme, no me iré de nuevo, oh no, será mío, mi cuerpo, mi cama y mesa, comida y bebida, lo será todo. Mi títere.

                        ...✫...







Se que es corto, lo siento, mi cabeza no da para más, se que prometí actualizar más rápido y lo siento, está vez lo intentaré, ¡tengo ideas anotadas!

Por cierto, ¡Gracias a quienes votaron, de verdad me motivan mucho!

600 palabras.

El se enamoro de mis demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora