TRATO

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𝐀𝐅𝐀́𝐍
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Narrador omnisciente

Tiempo después

El tiempo pasa por más que uno no lo quiera, por más que nos quedemos estancados creyendo que nada pasará. Las hojas de los árboles caen y las estaciones van cambiando, después de entender que el mundo no parara solo por tu inestabilidad es cuando empiezas a hacer algo con tu vida.

El aroma a frutas penetraba la habitación, el ambiente estaba espeso y el brazo de la castaña se encontraba dormido por estar cargando a alguien, alguien que ya no era "el amor de su vida"

Ella no sabía donde se encontraba Mitsuya; posiblemente con otra chica diferente, viviendo su vida. Las personas te hacen entrar en cuenta que es lo que valen y merecen luego de que se van, perdió a su "pareja ideal" y si eso no bastaba la "mejor amiga" se fue con él demostrando que la palabra lealtad no estaba en su diccionario.

¿Yuzuha y Mitsuya estaban en algo serio? tal vez si, tal vez no.

La gente termina hiriendo por estar herida.

En los brazos de Narumi se encontraban las personas que de alguna forma ayudaron a superar una ruptura, el cabello largo de Ran servía como almohada y las manos suaves de Rindou calentaban su cintura.

—Tienen que irse, ahora—musitó, como si su objetivo no fuera despertarlos.

—Vuelve a dormir—pidió Ran mientras se acurrucaba a Narumi, parecía un gato—, estoy cómodo, quédate cinco minutos más.

—No me la arrebates—despertó Rin jalando de su cintura para besar su cuello—, no es tuya.

—¿No?—Ran bajo hacía los pechos de la castaña elevando la blusa para juguetear con ellos—, Narumi siempre tiene un buen olor.

—Dejen de hacer eso—trataba de engañarse a sí misma.

Rindou bajo la mano hasta su entrepierna logrando que ella comenzara a soltarse, Ran se encargaba de besar sus labios y acariciar sus bubis, de un momento a otro empezaron a juguetear hasta lograr excitarla por completo, el menor marcaba partes de su cuerpo mientras su hermano la metía lentamente; eran compartidos en la cama.

En realidad Narumi nunca pensó que estaría envuelta en lo que juraba destruir; una relación con más de dos, en su mente nunca cruzó estar con dos personas a la vez, mucho menos con hermanos.

Sus valores se le olvidaban cada que recibía caricias por parte de ambos, amaba las emociones que le causaban al estar juntos; y no eran precisamente de amor.

La única parte que no le gustaba era cuando finalizaba el sexo y se sentía obligada a abrazarlos o demostrarles cariño para que estos no se sintieran usados.

Luego de unas horas volvió a recostarse mientras ambos no paraban de abrazarla.

—Me están asfixiando—salió de sus brazos—, voy a comer algo, despiértense cuando quieran.

Los Haitani parecían perros falderos detrás de ella; a los hombres les gustaba ser maltratados.

—Dejen de seguirme—dio vuelta viendo a dos chicos—, debieron irse desde ayer y no se como me convencieron de quedarse.

—Cogimos—soltó dejándola perpleja—, por eso te convencimos.

—Ya váyanse—miro a la puerta—, ahora.

—Tenemos algo que darte—interfirió Ran abrazándola por detrás, él era escurridizo—, y nos vamos, lo juro.

—¿Qué quieren?—se quejó Narumi, sirvió jugó verde y los vio fijamente esperando algo bueno.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2023 ⏰

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AFÁN | HAITANI RINDOU Y RANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora