cruel summer, geto suguru

Último año de preparatoria

NSFW!!!

Gojo Satoru penetraba la cavidad vaginal de Hana. Las manos del albino se mantenían pegadas a los muslos de la morena, mientras la embestía con fuerza. 

No hace mucho Hana había experimentando algo llamado "atracción sexual" con su vecino, Gojo Satoru. Alguien tan cachondo como él merecía que la follara de maneras insaciables. Mantenía una vestimenta procativa solo para que él se sintiera atraído de repente por su belleza. Habían días en donde se meneaba con unos boxer metidos entre sus nalgas en su habitación con las cortinas aisladas de la ventana. Mientras menos ropa para ella, más se excitaba al ser devorada por la mirada pervertida de Satoru. 

—Cállate maldita perra. —gruñó extasiado Satoru—. Me encanta escucharte gemir, pero esta debe de ser la excepción. —sus ojos azules indagaron con tenacidad a los ojos azules de la morocha—. ¿O quieres que todos se enteren que eres mi maldito juguete sexual y que te puedo follar como se me pegue en gana?... voltéame a ver, Hana. —Hana ante su llamada intentó no cerrar los ojos y sonrió cínicamente. 

—Tu único trabajo es y ha sido follarme hasta quedarme satisfecha. —murmuró sacando un lado dominante. Eso prendió a Gojo. 

Se salió por completo de ella, teniendo su miembro al aire, y sus manos se movieron de sus muslos. Hana tocó el piso temblando de las piernas y no hubo momento para respirar cuando la volteó de imprevisto contra la pared. Abrió las nalgas de Hana y la penetró de golpe, entrando por completo en ella. Se escuchó un suspiro de satisfacción por parte de los dos, las manos de Satoru acariciaron con suavidad su abdomen llegando a la par de tetas que lo mantenían loco. Las agarró y siguió embistiendo con brusquedad a Hana, sonriendo por la melodía que sus gemidos le hacían perder por completo la cabeza. 

A una distancia considerable se mantenía el celular de Hana grabando toda la actividad sexual. 

Una mano de Gojo se deslizó nuevamente por su abdomen dirigiéndose a su vulva, hizo espacio para que ambas piernas de Hana se abrieran más mientras era penetrada. Tocó una fibra tan sensible que hizo que la voz de Hana fuera más escuchada. Había llegado al famoso "clítoris". Entre tantos fluidos pegajosos y calientes, Gojo, con su mano comenzó a masturbar a Hana. Delirando de placer con muy poca fuerza por el momento bestial se apoyó en la pared intentando apretarla con sus dedos. 

— ¿Te gusta, preciosa? 

Un asentamiento de cabeza hizo feliz a Satoru, dando por terminado el primer round. 

—Me voy a venir. —susurró inaudiblemente Satoru. 

—Hazlo adentro. —mencionó Hana. 

— ¿Segura? No estamos usando preservativo. —jadeó sintiendo su cuerpo contraerse. 

—Tomaré las pastillas...

Y justamente cuando Satoru se iba a venir, sus dedos aumentaron la velocidad en el clítoris hinchado y excitado de Hana, haciéndola venir al mismo tiempo que él. La abrazó por la cintura y se recostó en su espalda.