Kookie...Yo soy el único que puede darte besitos en la boca
Eran simples besos inocentes, que ellos se daban desde niños, y éso nunca iba a cambiar.
・ ₍ 𝗷𝗶𝗸𝗼𝗼𝗸 ₎ . ˒ jimintop koottom
ִֶָ𓂅 adaptación autorizada
ִֶָ𓂅 créditos @duvitykoo
ִ...
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•Cepillo de dientes, listo.
•Comida chatarra para compartir con Kookie, lista.
•Almohada, lista.
•Saco de dormir, listo.
-Pijama…
-MAMI-Gritó el peli negro desde su habitación -¡¿Viste mí pijama de osito?!-Preguntó realmente preocupado como si aquél infantil pijama fuera lo más vital para sobrevivir, y si, lo era, al menos para la pijamada. No quería ir a casa de SU Kookie sin tener aquélla suave prenda que utilizaba para dormir en ocasiones especiales, ya sea su cumpleaños o cuando iba a dormir a casa de sus tías, pero hoy iría no a su primera pijamada, si no a la primera vez que dormiría EN CASA DE JUNGKOOK.
-Está aquí abajo, tú mismo la dejaste en el sofá,Jiminie-Se escuchó decir a una voz femenina que el de cabellos oscuros reconoció como su madre.
Algo hizo un ligero click en su cabeza.
Había dejado su pijama en el sofá de la sala el día anterior porque ya sabía que se iba a encontrar en ésta situación y entraría en una fase completa de locura.
Rayos, el Jimin del día anterior era bastante listo.
Pero antes de seguir reprochándose a si mismo por su torpeza -mayormente causada por Kookie- agarró todo lo necesario para su pijamada perfecta y bajó casi deslizándose por el barandal de la escalera. Corrió hasta el sofá y prácticamente dejó todo tirado sobre el mismo, y se concentró en verificar que su amado pijama esté bien.
-No le pasó nada, ya puedes respirar- Bromeó su madre, pero al observar variados paquetes de comida y algunos objetos de su hijo regados por el mueble su gesto amable y gracioso cambió a uno propio de una madre a punto de regañara su hijo. Solamente contó hasta cinco mentalmente y miró a su hijo que le devolvía el gesto con una mirada llena de inocencia.
-Jiminie, ¿Qué hablamos de dejar las cosas tiradas en la sala?- Preguntó con ésa típica sonrisa falsa que tienen las madres.
-Que no debería, mami- Respondió con un leve puchero en sus labios.
-Entonces... ¿Qué hacen todas éstas cosas tiradas por el sofá?- Volvió a preguntar permaneciendo con la misma sonrisa de antes.
-¡Pe-pero es que e-en mí mochila no entra todo! -Habló con nerviosismo -¡Y-y yo pensé que podría llevarlas en las manos, si Kookie vive aquí cerca!- El joven Park mostró sus manitas y a su madre se le escapó una tenue risita por la ternura que a veces le causaba su hijo.
-Creo que tengo una mochila más grande para ti...- Se dirigió hasta una pequeña habitación a la que nunca entraban ninguno de los dos, cosa que dejó a su hijo algo confundido. A los segundos volvió con una mochila -algo grande para el peli negro- de color púrpura y negro.
