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Japón, 20 de julio a las 9 p.m.
dos hombres, una casa y una cama.
_s-sa... mhmahhh!_ las embestidas del mas alto lo enloquecían.
si le preguntaran a shinazuwaga que un día para el otro estaría cogiéndose a tomioka giyuu se burlaría y no creería nada, pero hay esta sosteniendo los muslos del mencionado y empujando con brusquedad dentro de el.
_sa-...mgh!_ giyuu era un caos, ojos nublados por la lujuria, cabello desordenado y suelto enredados en sus hombros y cara, labios hinchados y mordidos, sus mejillas sonrojadas, su pecho lleno de chupetones y mordidas además de pezones hinchados y erectos, una obra de arte si se lo preguntan.
de pronto paro sus embestidas confundiendo al pilar, quien frunció un poco el ceño ya que no quería parar, pero al sentir las manos de sanemi volteándolo boca abajo dejándolo mas expuesto no se quejo.
giyuu tenia el pecho apoyado contra el colchón y el trasero elevado dejando expuesta su entrada solo para sanemi, quien tuvo que tener buen autocontrol para no romper el colchón, el mas alto entro nuevamente y sin esperar que giyuu respire lo embistió con brutalidad.
_sa... mghh... m-ma- ahhmgg!_ giyuu no lograba articular bien las palabras y eso le daba algo de risa a sanemi.
_dime 'yuu_ se inclino para morder el cuello del nombrado _¿que quieres, 'yuu?_
giyuu agarro con fuerza la sabana y movió su cintura hacia adelante queriendo huir, pero por supuesto, sanemi se dio cuenta y paro las embestidas.
_tuviste la oportunidad y no la aprovechaste, no jodas ahora_ sanemi fue directo y bastante tosco a la hora de hablar.
_sanemi, espe- ahhh!... mgh!_ los ojos de giyuu se agrandaron y sollozo fuerte al sentir su entrada siendo maltratada por la polla del contrario, quien no tuvo piedad alguna.
los gemidos de giyuu probablemente se escuchaban a kilometros, sin exagerar, sanemi lo callo tapándole la boca con su mano y agarrando fuertemente la cintura para que se quedara quieto.
"probablemente deje marcas" de solo pensar en dejar cada rastro de marcas, mordidas, chupetones hechos por el en el cuerpo de giyuu se entusiasmo.
sanemi gruño al sentir su polla palpitar, se va a correr.
_eres bastante ruidoso_ no faltaba mucho para que se corriera, por lo tanto jalo con un puño el cabello del menor altura y lo presiono contra su pecho.
rodeo con su brazo el cuello de giyuu y presiono haciendo que este tenga problemas para respirar, agarro con fuerza la cintura del nombrado y siguió embistiendo.
_ahg... nemi!... mmg_ gimio.
los sollozos de giyuu junto a sus gemidos lo excitaban bastante, si no tuviera control ya se habría corrido.
pudo ver el bulto que se formo en el vientre del contrario, cada vez que presionada se notaba mas.
no le sorprende nada esa parte, pues el era bastante grande y se sentía orgulloso de eso, definitivamente.
_¡nemi!..._ ambos se corrieron, estaban exhaustos, agitados y con ojos nublados.
sanemi abrazo a giyuu escondiendo su rostro en su hombro tratando de controlar su respiracion.
giyuu era un desastre, su cuerpo temblaba y podía sentir el semen resbalarse por sus piernas y manchar el colchón.
ambos hombres se quedaron abrazados por un buen tiempo.
sanemi, quien estaba arrodillado con respeto hacia el maestro, miro disimuladamente hacia giyuu, quien miraba la tierra, y rio muy en sus adentros al ver la -muy- notaria mordida en su mandíbula.
aunque giyuu trato de ocultarlo con pintura no pudo.
ojos azules y grises se miran y se examinan, ninguno aparta la mirada.
no sabían quien fue el primero en dar el paso o saber por que sus cuerpos reaccionan a sus toques, pero ambos son muy cobardes para comprobarlo.
y esa cobardía aburrió a los demás hashiras, quienes ya lo sabían pues esos dos son muy obvios.
y vaya sorpresa que en un futuro lejano -demasiado- ambos hombres pudieron dejar su cobardía a un lado y enfrentarse sus sentimientos.
