Capitulo 159

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Cuatrocientos metros por debajo del Océano Atlántico, la omnipresente oscuridad y penumbra rodean al submarino nuclear llamado 'Nautilus'.

"Debería estar aquí."

Howard se quedó en el módulo de mando, donde se sentía incómodo en el espacio reducido.

Sintió que era un poco difícil respirar, y no podía recuperar el aliento.

Si no hubiera sido por la solicitud de Luke y su fuerte impulso de operar el 'Nautilus' él mismo, Howard ciertamente no habría participado en

una operación tan peligrosa.

Giró la cabeza, se cubrió el pecho y dijo: "Oye, chico, el siguiente paso depende de ti".

Un delgado muchacho negro asintió vigorosamente y aseguró: "He podido adaptarme completamente a la alta intensidad de la presión del agua sin

dejar de tener la capacidad de respirar como un pez".

Es un mutante, apodado 'Darwin', con el raro don de mutar automáticamente sus poderes para adaptarse al entorno externo.

Tan pronto como hace unos meses, SHIELD reclutó a la otra parte.

Originalmente, fue designado como un talento especial y fue alojado y cuidado temporalmente.

No esperaban que fuera útil tan pronto.

"Luke dijo que Atlantis es una isla enorme, escondida en lo profundo de la trinchera, y solo se puede encontrar siguiendo a esas criaturas

brillantes de las profundidades del mar".

Howard se puso el traje de buceo de Darwin y le dijo: "Encuentre la posición exacta, flote de regreso al submarino y luego su tarea estará

completa".

"Comprendido."

Sin miedo, el niño sonrió, "¡No quiero ser gobernado por un grupo de personas submarinas de piel azul!"

"Gracias a Hydra y Red Skull".

Después de dejar a Darwin, Howard dejó temporalmente el módulo de mando y se dirigió a la sección de proa.

Esta era la sala de torpedos, que contenía cuatro misiles Valkyrie.

Luke detuvo con éxito el plan de Red Skull para destruir el mundo y llevó el avión a Nueva York.

Las docenas de misiles Valkyrie a bordo fueron, naturalmente, confiscados por la Reserva Científica Estratégica.

Más tarde, se reorganizó en SHIELD. Estos poderosos asesinos no fueron entregados a los militares.

"Entrega sorpresa para Atlantis: Luke es un tipo tan loco".

Howard se cubrió el pecho y respiró hondo.

...

"Mayor General, usted sabe cómo usar todos los recursos a su disposición".

Mirando el Océano Atlántico y viendo el Nautilus y Howard, el Anciano adivinó lo que sucedería a continuación.

Como el arma más importante en el plan de Red Skull para destruir el mundo, los misiles Valkyrie eran tan poderosos que podían borrar la mitad

de una ciudad en un instante.

Su núcleo provino de la energía infinita extraída del Tesseract, suficiente para romper las barreras de Atlantis.

El Anciano sintió que todo estaba en el plan de Luke.

Cuando ambas partes tuvieran los medios para destruir un campamento base directamente, la guerra cambiaría de tácticas militares a tiradas de

un lado a otro en la mesa de negociaciones.

Incluso si Namor estaba loco, tenía que considerar las vidas de los muchos atlantes.

El título de Rey no tiene sentido sin las personas que aceptaron su gobierno.

"Mayor general, si hace esto y lanza cuatro misiles Valkyrie, Namor se enojará. Como resultado, Atlantis y el mundo terrestre tendrán una

enemistad de sangre insoluble a partir de ahora".

"Más en serio, la violenta explosión liberará radiación de luz y calor, calentando el agua de mar circundante y destruyendo el ecosistema del

lecho marino, lo que provocará innumerables víctimas".

"La onda de choque resultante desencadenará directamente un terremoto submarino y provocará un gran tsunami, poniendo en peligro las ciudades

costeras".

Los ojos de la Anciana se veían sombríos y sus brazos cruzados.

El Ojo de Agamotto que colgaba de su pecho se abrió silenciosamente, emitiendo una luz verde brillante.

El escurridizo fluir del tiempo se parece a un anillo de esmeraldas tejidas.

El ceño fruncido de Luke, luego se relajó.

El Hechicero Supremo no era hostil; solo quería ver por sí misma las graves consecuencias que podrían resultar de lanzar los misiles Valkyrie.

Como siendo arrastrada al largo río del tiempo, innumerables ramas futuras se extienden ante ella.

La imagen caótica fue como un destello fugaz de luz.

"Solo quiero que Namor se siente tranquilamente en la mesa de negociaciones, eso es todo. Maestro Anciano, no tiene que meterse en tantos

problemas".

Luke miró al Hechicero Supremo, que sacó la Gema del Tiempo, y sonrió: "A veces, el poder de las palabras es bastante escaso, así que para

ganarte el respeto de los demás, primero debes mostrar tu poderosa fuerza".

El Anciano frunció el ceño ligeramente y susurró: "Las acciones son más convincentes que las palabras, y los puños son más relajantes que la

razón".

"Pero la intuición me dice que podría hacer eso, mayor general, si Namor logra enojarlo".

Luke se puso serio y dijo: "¿Cómo es eso posible? No soy un bastardo loco al que le molesta la humanidad".

El Hechicero Supremo lo dudaba.

Namor perdió la cabeza y quería conquistar la tierra.

Al joven mayor general parado frente a ella definitivamente no le importaría lanzar algunos misiles Valkyrie, permitiendo que Atlantis

experimente los horrores y el trauma de los japoneses.

Nunca midas los propios estándares heroicos para los demás. Existiría una alta probabilidad de que uno se sintiera decepcionado. 

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