mar de estrellas

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No todos nacemos iguales.

Y eso el lo sabía, desde que nació se le negó ser igual que a muchos y como consecuencia fue ignorado, excluido abusado.

Su madre nunca lo apoyo aunque lo amaba, su ídolo le dijo que nunca seria un héroe sin aquello que los hace especiales a casi todos.

¿Entonces?

¿Por que?

¿Por que corría hacia el peligro?

Decir que no tenía miedo sería una mentira vista a miles de kilómetros de distancia.

¿Entonces por qué?

¿Quería enmendar su error al ser el culpable de que el villano que casi lo mata escapase?

¿O quería demostrarle al mundo de que el si podía ser un héroe?

Ninguna de esas...

Solamente sus pies se movieron solo en dirección de aquel villano que tenía de rehén a alguien que en el pasado el lo vio como un amigo.

Y ahora su bully. Pero no importaba, lanzó su mochila dando directamente en los ojos del villano, dejando que 'el' pudiese respirar.

–¡que mierdas crees que haces!– el grito de 'él' llego a sus oídos pero lo ignoró, con todas sus fuerzas empezaba a rasgar y cavar para poder sacarle.

Pero era tarde, el villano ya se había recuperado y lo tenía en la mira, ¿eso lo detuvo?

No...no lo hizo.

De reojo vio como el villano lanzó un ataque hacia el, solo le quedó cerrar los ojos.

Tal vez morirá y con suerte volvería a la vida siendo igual que casi todos. Espero pero nada llegó.

Cuando lo abrió miro que su aquel ídolo suyo lo había salvado y lo miraba de reojo.

Como llego, acabo al villano de un solo golpe. Miro su espalda, el nunca sería como el...

Aunque se esforzará más que nadie, no llegaría ni a su talones..., se levantó de suelo.

Se había caído por la intensa onda de choque que generó el golpe de aquel símbolo...

Tomo su mochila y se fue a la mayor velocidad que le permitía sus piernas, no paro aunque los héroes lo llamasen, no paro aunque las cámaras de los noticiero se pusieron frente de él para grabarlo.

No paro aunque el lo llamase...

Corrió y corrió. No supo en qué dirección, solo quería alejarse de aquel lugar lo más pronto posible, irse lejos y no mirar atrás.

Sus piernas dolían, pero no importaba, nunca lo hizo. La luz del atardece lo iluminaba mientras corría.

Y cayó. Jadeante por el cansancio, cansado de tanto correr, no sabía dónde estaba.

Su oídos captaron sonido de olas, mientras su nariz captaba un olor salado y de basura.

Miro aún lado y vio la playa, una totalmente descuidada, la basura se extendía por más de 5 a 6 kilómetros por toda la orilla de la playa.

No supo el por qué se adentro a la playa y menos cuando una heroína pasó, se veía furiosa al parecer en su búsqueda.

Camino entre la chatarra y basura. Cada paso era dado con cautela debido a las torres de basura que parecían que en cualquier momento se vendrían abajo.

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