𝐄𝐫𝐨𝐭𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥 [𝐋.𝐒]

𝐄𝐫𝐨𝐭𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥

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Liam movía su cabeza arriba y abajo al ritmo de la melodía que escuchaba. Harry y él llevaban rato en el estudio del rizado haciéndole un par de arreglos al nuevo solo de Harry para el álbum, cuyo lanzamiento estaba próximo.

—Está genial, Hazza; la verdad me gusta mucho —comentó Liam con total honestidad—. Es algo nuevo y diferente pero se ajusta a tu estilo.

—¿Eso crees? ¿No sientes que le falta algo? —inquirió el rizado—. Aún no estoy convencido, Li.

El otro cantante pareció considerarlo por unos segundos y luego dijo:

—Tal vez podrías agregarle unos sintetizadores de voz, o un par de armonías más agudas que contrasten con tu voz.

Harry se mordió el labio pensativo; no sonaba mal la idea. Además, confiaba en el instinto de Liam para esas cosas.

—¿Crees que Zayn...?

—Hmm, no, Hazza —negó Liam de pronto—. Creo que la mejor opción es Louis.

Harry asintió, dándole la razón a su amigo.

—Estoy seguro de que te ayudará porque ya terminó de grabar su solo para este álbum —continuó el castaño—. Prueba modificar un poco sus agudos y acomodarlos a lo largo de toda la canción, o durante el pre-estribillo, como prefieras. Así quedará más que perfecto.

Liam se levantó entonces, considerando su trabajo hecho, y le dio unas palmadas en el hombro al de cabellos rizados.

—Será todo un éxito, Hazza, te lo aseguro.

El castaño salió del estudio y dejó a Harry más pensativo que de costumbre. Su pierna daba saltitos en el lugar debido al estrés y al nerviosismo que sentía en ese momento. Suspiró profundo y tomó su móvil que descansaba sobre la consola; luego abrió su chat privado con el ojiazul y leyó los últimos mensajes.

«Hazza, ¿ya terminaste?».

«Todavía no».

«Te extraño 💜».

Y así, sin más, lo había dejado en visto. Hacía cinco días. Joder. Su última conversación con su novio había sido cinco días atrás. «Bien hecho, Harry. Bien hecho», se reprendió lleno de sarcasmo.

Cerró el chat y abrió el de Zayn. Sin embargo, una vocecita en su cabeza le decía que Liam tenía razón y los agudos que necesitaba para su solo eran los de Louis. Un verdadero dilema.

Harry estaba frustrado. Llevaba semanas trabajando en ese solo. A veces se saltaba las comidas, dormía pocas horas y llegaba tarde a los ensayos. Al fin estaba todo listo, bueno, casi listo. Quería que Liam le diera el visto bueno y pues, ahora estaba en esa encrucijada.

No era su intención ignorar a Louis; para nada. También lo extrañaba. Por eso se esforzó más en terminar todo lo antes posible para poder dedicarle más tiempo. No esperaba descuidar tanto su relación.

Mirando atrás, Louis lo evitaba desde hacía un par de días. Pensó que el menor había entendido que él necesitaba tiempo para trabajar en su canción en solitario, pero ahora que lo pensaba bien, lo más probable era que estuviese triste y dolido.

Lo había arruinado. Había metido la pata hasta el fondo. Y la ironía de todo era que ahora necesitaba del menor para salvar una canción que quizás había destruido su noviazgo.

El rizado volvió a suspirar y se reclinó en su amplia silla negra. Dio un par de vueltas en ella al tiempo que su cerebro también giraba. Se detuvo en seco y observó el techo un minuto o dos. Luego, desbloqueó su teléfono otra vez y abrió el chat de Louis.