El Departamento 202

El perro

Aún recuerdo cuando ví por primera ves a Douglas, era un gran y hermoso espécimen de perro, era muy enérgico, debía tener algo así como 2 años y tenía un largo y saludable pelaje marrón.
Apareció por primera vez cerca del edificio, herido probablemente por peleas o quizás había sido un auto. Traía en el cuello una correa sucia y malgastada, con cualquier número o identificación borrada por el tiempo excepto el nombre del mismo "Douglas", ya que este mismo está tirado en el suelo medio desangrado yo mismo lo tome en brazos como si fuese mi perro y lo lleve al veterinario el cual tras comprobar su lamentable estado lo vendo con cuidado mientras me preguntaba sobre el:
-¿es de usted el perro?
-no
-¿sabe quien es el dueño ?
-no doctor, me lo encontré en la calle, y tenia una correa
Dije mientras le tendía la malgastada correa para que la examinarse
Luego de unos días el perro estaba bien y como era un perro saludable quiso salir a jugar afuera así que decidí sacarlo. Allí estaba en la plaza paseándose muy ufano mientras meneaba alegremente el rabo de un lado al otro mientras perseguía palomas , se le veía feliz.
Caminamos tranquilamente hacia casa y nos detuvimos cerca de casa donde se encontraba mi extraña vecina saliendo de su apartamento. Douglas se quedó quieto por un momento y olisqueo intranquilo el aire y se colocó en posición de ataque, tenso mientras gruñía, era evidente que le temia, Douglas se mantuvo por un rato en esta posición por un rato que se hizo eterno mientras ella lo observaba curiosa y yo estaba quieto sosteniendo la correa de mi perro, preparandome para sostenerla con fuerza si se lanzaba al ataque, lo cual hizo, en un fugaz instante paso como una ráfaga de aire contra aquel ser que tenía enfrente. Al percatarme de esto hice rápidamente un movimiento brusco para detenerlo mientras ella se limitaba a observar curiosamente todo para luego levantar su brazo con intención de golpear a Douglas, por un momento distinguí en su mirada un atisbo de furia sicótica antes de proceder a bajar su brazo con intenciones maleficas antes de que yo me interpusiese, solo ví en su mirar una especie de furia incontrolable que parecía solo querer acabar con el pobre animal, al ver que yo estaba allí se detuvo bruscamente mientras yo me levantaba todavía sujetando a Douglas el cual tampoco parecía querer acercarse, más bien prefería huir rápidamente y alejarse de ella. Yo le espete un -oiga usted- queriendo encararla por lo que había intentado hacer pero me dirigió una mirada asesina antes de volverse hacia el ascensor y bajar.
Yo me dirigí hacia mi apartamento junto con el pobre perro que temblaba al lado mío.