Como siempre Sara me Dijo que quería estar lejos de mi, no quiero. La Amo y sé que ella me ama más de lo que la quiero, es perfecta. Cariñosa, tímida, buena, inteligente, un poco sociable, amigable, modesta, inquieta, es perfecta. Al menos para mi, lo es.
Nos habían invitado a una fiesta y le pregunté a Sara sí iría conmigo, como siempre se sonrojó y me Dijo que sí.
-Saru...
-emm sí?
-Quieres ir conmigo a la fiesta de Mey?
*se sonroja tiernamente, amo cuando se tapa su carita blanca como la nieve*
-Claro que sí, Elias- me dice con su voz aguda y preocupada.
La abrazo y voy hasta mi coche, siempre veo como se sonroja o se ríe en secreto, pero la verdad que Sara tiene varios problemas, quiero ayudarla, ella es muy buena persona, pero se la vida que lleva, es demasiado sensible y toma las cosas muy enserio, lo que menos quiero es que la lastimé alguien. Quiero protegerla, de todo.
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Ya estaba listo para la fiesta de Mey. Arranqué el carro para ir a buscar a Sara a su casa, estaba ansioso y quería ver que se había puesto para está noche.
Cuando toco la puerta para llevar a Sara...Estaba hermosa, su cabello rojizo y sus ojos celestes se veían perfectos con su vestido blanco y detalles, seguro es la chicas más hermosa de todo el mundo. Sólo que...debía tapar sus marcas en los brazos, eso arruinaba un poco su persona, pero sus padres no sabían nada con su problema. Ellos no la entendían, es hija única, y no tiene muchos amigos.
No me importan sus defectos, me gusta tal y como es. Es buena persona.-E-elias, hola-. Me dice tapandose la boca un poco, en señal de vergüenza.
-Estas más linda que la noche-.
Sara se sonroja y la tomo de la mano para irnos. Se despide de su madre y salimos de la casa.
Al subir al coche, conversamos, mientras vamos al salón.-no entiendo como no tienes novio- le digo haciéndole un cumplido. No puedo ser el novio de Sara, no puedo.
-gracias Elias, tú también te ves bien.- me sonríe.
Estábamos a unas pocas cuadras de llegar, cuando una camioneta se atraviesa en el camino y no pude hacer nada. NADA, Me sentí tan culpable de todo, de los golpes del auto, de mi casi coma y especialmente de la muerte de Sara. No entiendo como no vi, no entiendo como pudo pasar esto, no quería, no puedo creer que Sara esté muerta, yo la amaba y era feliz con ella, quería darle una mejor vida, que viva!
Al despertar en el hospital, lo primero que pregunté fue sobre Sara, sí estaba bien, donde estaba, fue como en las películas...
-Sara está muerta.-me dijo Axel, mi amigo de toda la vida. El sabía lo que sentía por ella.
-QUE!?, DIGAN QUE ES UNA BROMA!, NO PUEDE SER!!!-. grité con todas mis fuerzas mientras las enfermeras me daban un tdanquilizante.
De verdad Saru estaba muerta. No era justo para ella, ni para mi. Ahora mismo me odio, su vida acabó por mi culpa y no pude hacer Nada. Me siento vacío.
-No te preocupes, seguro está en un mejor lugar que en su casa.- me dijo su mejor amiga Lucía.
-como podes decir eso?- dije confundido.
-odiaba a todos aquí, sólo hablaba de sus problemas conmigo y contigo, era reservada, no puedo creer que esté muerta, piropos tú culpa, todo es tú culpa!- me gritaba, estaba enojada.
Yo no tenía la culpa de que esa maldita Camioneta se cruzara en nuestro camino, y pensar que sólo tenía 17 años, tenía tantos problemas...empezando por lo emocional, no quería mucho a sus padres, ellos nunca la llamaron "hija". No los tomaba como padres, sólo familiares.
En la escuela le decían "Gorda" y vos la mirabas y era lo más lindo del mundo, lo más preciado para mi y lo más bueno que jamás voy a conocer.Sara.-Donde están sus padres?- le pregunté sabiendo la respuesta. Jamás se preocuparon por ella, deben estar felices de que ya no deben estar"preocuparse" por ella.
-como siempre, "desaparecidos".- dice con sarcasmo.
-Lo supuse.- digo.
Entra el doctor Carlos y me dice mi diagnóstico.
-señor, no le ah pasado nada grabe, solo leves cortaduras y moretones.
No me sentía bien escuchando todo eso, estaba mejor de todo por lo que paso Sara.