Di que me amas | NagiReo

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No era como si Reo odiara a Isagi. Odio era una palabra muy grande que implicaba demasiada atención y poder, ya Reo no le gustaba perder el tiempo pensando en Isagi o en cómo arruinarlo. Sin embargo, todavía no le gustaba, ya que Isagi había sido el catalizador de su pelea con Nagi.

Reo tampoco odiaba a Nagi, eso sería básicamente imposible, pero invirtió tiempo en tramar venganza contra él. No empujarlo por un precipicio, por supuesto, sino más bien mostrarle cuánto le había dolido cuando Nagi comenzó a rechazar a Reo para priorizar a Isagi.

Y luego, cuando Reo llegó a un punto de ruptura y no pudo evitar que sus sentimientos se derramaran, las cosas empeoraron cuando Nagi interrumpió sus gritos diciendo: -Eres un dolor en el trasero Reo, realmente lo eres-
Ya no le importa.

Reo solo se quedó mirando ese momento, con el pecho pesado por la angustia.

Entonces, sí, el punto era que, si Reo quería seguir adelante y superar a Nagi, primero necesitaba vengarse, demostrándole a Nagi que, le gustara o no, le importaba, necesitaba a Reo. Entonces, alguien como Reo, acostumbrado a salirse con la suya a menos que se tratara de sus padres, podría reírse del último y regocijarse por su victoria.

-Estás distraído, otra vez- Murmuró Sae, con su tono habitual de desinterés y arrogancia. -A este ritmo, nunca terminaremos nuestro proyecto-

-Lo siento- Reo negó con la cabeza, tratando de despejar su mente de cualquier cosa Nagi. Volvió a mirar el leve ceño fruncido de Sae y no se molestó en ponerse su propia máscara encantadora, solo suspiró.
-¿Podemos encontrarnos mañana?-

-Supongo que sí, no estoy fallando por tu culpa- se cruzó de brazos.
-Pero si no apareces, no creas que no borraré tu nombre del documento-

-Comprendo-

Otra voz interrumpió, uniéndose a ellos en la habitación de Sae y cerrando la puerta ruidosamente a sus espaldas.
-Oh, chico de morado, ¿te estás metiendo con mi novio o algo así?-

A Reo no le sorprendió que el otro hombre tuviera una llave.
-Hola, Shidou-

-No hay necesidad de ser tan formal- sonrió Shidou, alborotando el cabello de Reo para burlarse de él. Funcionó, y recibió una palmada en la mano.
-¿Qué hiciste que te atrapó con un palo en el culo, eh?-

-Nada- respondió Sae -Se estaba distrayendo por tercera vez esta semana y se está volviendo molesto-

-Oh, Reo, ¿todavía estás soñando despierta con Nagi? Sabes que Sae-chan odia cuando le haces perder el tiempo-

Reo le lanzó una mirada fría que hizo reír a Shidou. Sae no sonrió, pero la comisura de su boca se movió un poco, y mientras Shidou se tiraba en la cama junto a su novio, con una mano alrededor de sus hombros, Sae pareció empezar a prestar atención a su conversación.

-No sé de qué estás hablando-

-Ni siquiera te molestes, no somos estúpidos como Kunigami ni somos tan pacientes como Chigiri- se rió Shidou -Si crees que puedes hacerte el tonto con nosotros y lo dejaremos, estás equivocado-

-¿Es esta la parte en la que se supone que debo abrirme y confiar en ti?- Reo dijo, levantando una ceja en desafío.

Sae puso los ojos en blanco -No, no estoy interesado en tu drama- luego se dio la vuelta y acurrucó su espalda contra el costado de Shidou, fingiendo ignorar a las personas en su habitación para dormir la siesta.

-Pero yo lo estoy- dijo Shidou, acercando a Sae de alguna manera.
-Para eso están los amigos, ¿no? Y somos amigos, ¿no? Entonces, vamos, has estado de un humor de mierda desde que terminaron hace como un mes-