Di que me amas | NagiReo

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Reo tampoco se lo había dicho, pero Nagi nunca ha estado en riesgo de perder a Reo. Incluso ahora, no lo había perdido, lo había apartado. Lo bloqueó.

La sonrisa de Reo se atenuó, no estaba feliz después de todo. No había estado en un tiempo.

-No lo entiendes, Nagi, y en este punto, estoy convencido de que es porque no quieres- Dijo, la ira muriendo en su garganta -¿Y qué si me enrollo con tus amigos? ¿Qué pasa si estoy jugando con todos tus compañeros de equipo a tus espaldas, te molesta? ¿Porqué me estas diciendo esto? No es como si te hubiera robado a tu novia-

Nagi entrecerró los ojos -¿Qué quieres decir con por qué, cuando es un intento obvio de obligarme a disculparme y volver contigo-

-¿Cómo funciona?- Reo suspiró.
-Me follo a alguien y vuelves, ¿me estoy perdiendo unos pasos? ¿Cómo estoy yo, haciendo lo que quiero con mi vida, afectando la tuya?-

Nagi separó los labios levemente pero mantuvo la boca cerrada, buscando una respuesta que no fuera la admisión de que ambos se gustaban, que en algún momento se habían amado, que todavía lo hacían.

Cuando estaban juntos, sin estar realmente juntos, con una cosa sin nombre que les daba permiso para tocarse pero no besarse, no follar, no confesarse, no tenían que nombrar lo que tenían porque era suyo. Sin prisas, sin nadie que pudiera estropearlo, eran felices así.

En algún momento dejó de ser suficiente para Reo, probablemente cuando él mismo dejó de ser suficiente para Nagi.

Nunca sería suficiente para Nagi, ¿verdad? ¿Qué estaba haciendo, incluso?

Tenía que terminar con Nagi, tenía que terminar con esta conversación. La amargura, el resentimiento, todo había sido como una mano aferrada a Nagi, una excusa para mantenerlo en su mente y en su vida. Reo debería seguir adelante.

Reo realmente debería.

-Lamento que no puedas arrastrarme más sin asumir la responsabilidad- Sin ser su novio, sin ser oficial, sin devolverle algo a Reo, sin darle nada a Reo -Pero estoy cansado de pelear. Tienes razón, se supone que no debo ser una amenaza para tu juego. Así que no me dejes-

¿Nagi lo admitiría? ¿Qué más quería, qué decían esos ojos? ¿Quería que Reo admitiera que había estado enamorado de él durante tanto tiempo que no recordaba no haber amado a Nagi Seishiro?

Simplemente podría... dejar a Reo de nuevo, aquí, aferrándose a algo imposible mientras Nagi hacía lo que Reo acababa de pedirle que hiciera, olvidarlo.

Pero el rostro de Nagi cambió, su manzana de Adán se movió lentamente como si fuera difícil de tragar, y Reo se sintió avergonzado, jodidamente avergonzado, cuando sintió algo húmedo en su mejilla.

Esto sería cuando tiró su dignidad, ¿no?

-Oye, oye, Reo, no. ¿Que paso? Estas bien?- La apariencia de Shidou funcionó como un chaleco salvavidas. De repente, Reo creyó que podría salir bien -¿Qué es, eh? ¿Este idiota te está molestando?-

Reo sintió el borde de una amenaza en el tono aparentemente ligero de Shidou, pero no quería que se intensificara más, y no quería que Shidou lo viera como el debilucho que realmente era. Así que Reo se secó las lágrimas rápida y bruscamente, y la gran mano de Shidou fue lo único que lo detuvo, mientras emitía sonidos 'tsk' con la lengua. Reo quería llorar aún más al saber que había decepcionado a su amigo.

-Nagi- dijo Shidou, sin apartar la mirada de Reo en caso de que un segundo fuera suficiente para que se derrumbara. ¡Mira lo que pasó cuando él y Sae desaparecieron durante veinte minutos! -Piérdete-