La carcel imaginaria.

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El pequeño pajarillo de porcelana se encontraba boca a bajo encerrado en su jaula; una falsa jaula blanca y decorada con falsas flores para un pajarillo falso de porcelana.
Todo artificial, una realidad que le pertenece al pajarillo, es fácil escapar y aun mas fácil cuando ya no tienes vida, me corrijo, cuando nunca tuviste una. Pero no es fácil cuando dependes de personas tan ensimismadas en sus supuestas obligaciones que corren de aquí haya cumpliendo con sus roles postizos, ahí frío y minimalista la figura de una imitación aspirando a la vida, descansando boca abajo simulando la muerte en una fúnebre jaula decorada para olvidarse de los pesares y hacerse creer que aun hay esperanza en esta cárcel imaginaria.

Escritos de una alma rota...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora