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Gato De Ramitas

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Era un viernes por la tarde, justo la hora para que las clases terminaran y nuestros 3 amigos se junten en el mismo refugio abandonado de siempre, o al menos ese era el caso de Ali y Mapi, pues sabían que el tercero del grupo siempre se encontraba en el ya dicho lugar antes que ellos, aquellos dos amigos se encontraron y empezaron a ir a la plaza donde se encontraban siempre, el camino se les hizo corto entre anécdotas que se contaban, pequeñas risas y demás, cuando de repente llegaron

Era un momento bastante tranquilo, pues no había mucha gente a sus alrededores, algo que era de agradecerse, cruzaron las vallas de madera y entraron a aquel refugio, luego de un par de pasos se encontraron con Leo, el cual estaba sentado, apoyado en una de las paredes de cemento que tenía el lugar junto con su inseparable mochila, estaba al borde de dormirse y se le notaba, abrió sus ojos de golpe al notar que ya no estaba solo, finalmente habló - A-ah perdón.. - Se empezó a levantar de a poco mientras se acomodaba un poco su pelo con una de sus manos - ¿Como va? - Ambos lo vieron, por parte de Ali solo se rió ligeramente, mientras se saludaban - Estamos bien, ¿Que hay de ti? - Preguntó, el más bajo se lo pensó un poco y contestó con no tantas energías - ..Todo.. bien, me alegro que anden bien igual - Intentó que se notara algo de ánimos en sus ojos, pero realmente le estaba costando, cosa que, al parecer ninguno de los dos presentes había notado, o no les había importado, el chico casi siempre se veía cansado

Los minutos pasaban y los 3 se habían quedado en el mismo lugar, sentados y hablando de cualquier cosa, aunque se sentía raro, ya que era normal que el más bajito sea el que más hable, pero realmente casi ni lo habían escuchado en todo el tiempo que habían estado, sin contar de que se encontraba ligeramente cabizbajo, cosa que poco a poco fue llamando la atención - Hey... Leo.. ¿Seguro que está todo bien? - Preguntó el mapache un poco preocupado, mirándolo - ¿Tuviste matemáticas otra vez? - Comentó su otro amigo mientras también intentaba cambiar un poco de aires. Leo, al ver que se le notaba su estado de ánimo, simplemente se sintió algo incómodo y habló - Eu, todo bien, no pasa nada, nomas tengo un poco mas de sueño de lo normal, pero todo bien.. - Sus amigos le creyeron, aunque nunca sabían el porque se la pasaba con sueño, pero dejaron pasar la situación por esta vez

No sabía cuánto tiempo había pasado, se sentían como horas, el castaño estaba muy metido en sus pensamientos, realmente ya no estaba escuchando lo que pasaba a su alrededor, era como si todo se hubiera ensordecido y lo único que podía escuchar eran sus propios latidos y su respiración, hasta que una palabra en específico llamó su atención e hizo levantar la cabeza casi de golpe - ¿Q-Que cosa de mi casa? - Preguntó sin saber si había escuchado bien, un poco extrañado, Mapi le contestó - Queríamos saber.. si tu tenías tu casa libre.. - Eso hizo que el contrario se alarme un poco, disimuló y volvió a hablar mientras negaba - N-No, no vayan, sería imposible, tampoco les gustaría - Se aclaró un poco la garganta para poder hablar más tranquilo - ¿Porque querían saber..?

Estábamos pensando en hacer una pijamada ya que mañana no hay clases - Contestó Ale con cierta emoción - Supongo que deberán ir a la mía si ninguno puede - El más bajito habló casi de inmediato - Ah.. ¿Ahora? - La chica asintió - Si se puede ahora, entonces si - A los pocos segundos el contrario contestó por lo bajo - Bueno, de una..

Se habían decidido en ir a la casa de Ali para pasar la noche y hacer cosas que se hacen en las pijamadas, mientras tanto, al cabo de un rato cada uno se fue para buscar sus cosas e ir directamente a la casa de su amiga, excepto por Leo, que se quedó en el mismo lugar, volviendo a quedarse solo, solo suspiró y se fijó en su mochila si tenía ropa para luego, afortunadamente siendo este el caso, empezó a irse lentamente para luego de un rato esperar a Mapi y más tarde llegar al mismo lugar donde debían encontrarse