Ikigai Kiss 生きがい; Hyunjin

Capítulo 2

生きがい

   Tenía una fiel teoría de que, el romance estaba compuesto por químicos, químicos de los cuales estaban en el aire, pero no han sido descubiertos, son tan sensibles, es como si te hechizan de amor. Que horrible sentimiento de pesar y serenidad el que siento en este momento.

Tengo algo tenso el cuello, me duele y mi cabeza parece que explotará en cualquier momento. Si se preguntan, pues sí.

Llegó la escena en el libro del esperado beso, detallado, con cada sílaba en la cuál se pueda notar la pasión de algo que yo simplemente no he vivido.
A lo largo de y al no saber que poner, me puse a leer poemas y poemas que detallaban besos, pero ninguno me convencía, ninguno me hacía sentir fuego en el corazón o más bien agua en la boca.

Gabriela Mistral, solía escribir que los besos podían sentirse hasta en la memoria, que también se pueden dar con miradas, se podían sentir en el alma, hasta se podían imaginar si vos querías.

¿Como me imaginaba algo? ¿Es como imaginarme con una persona famosa con la cuál nunca estaré?

Abrazándome, con sus brazos fuertes y cálidos, siendo casi estrangulada, pero con respiración pasando por mis pulmones hasta llegar a mis labios, imaginando un lugar a su lado, del cual nunca podré ser parte, del cual nunca seré compañera de sus aventuras.

¿Suena como si estuviera enamorada? ¿No?

La verdad es que no, nunca realmente me enamorado de nadie, no voy a negar que si me ha atraído alguien alguna vez, pero la realidad es que para mí el enamoramiento tiene que ser, invencible, algo magnífico, hecho con magia de belleza mística de rosas infalibles que podían enamorar hasta la persona más fría del planeta.

Judas, besó a Jesús, siendo esto la terrible agonía que tomaría en su espalda toda su vida. ¿Se sentiría un beso así? ¿Con culpa? O ¿Con una dulce ganas de volver a hacerlo a pesar de que está mal?

Terrorífico y tenebroso beso del cual nunca he tocado, del cual no he encontrado la persona que describa mis sentimientos o tenga el cuidado de detallarme un bes-

Oh, espera el chico del parque.

¿Dijo que lo podía buscar y me explicaría como se siente un beso?

¿Debería hacerlo?

Tengo que entregar el final de este libro en cuatro días y lo único que no he podido hacer es detallar la escena de ese beso, tan malditamente enojaba, estresada, estaba al borde de la locura por algo que simplemente yo no sabía.

Bueno ¿Ahora que toca?

生きがい
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Café frío, chupeta de cereza otra vez, como que me estaba gustando un poco el dulce, pero solamente el sabor de esta paleta.

Para ser totalmente honesta llevo más de media hora dando vueltas en el supermercado en el que trabaja el chico, del cuál nombre olvidé.

Se encontraba en la caja, atendiendo, yo estaba con la bolsa de chupetas (sí, me compré una bolsa entera que trae cincuenta unidades)

Yo me hacía la que no sabía cuál café frío elegir, no sabía cómo comenzar la conversación.

"Hola chico del parque, del cual olvide el nombre, ¿podrías ayudarme a describir un beso?"

Dios, parezco una total estúpida, realmente lo soy si lo pensamos detalladamente, todo escritor de poesía, libros, novelas románticas, saben describir un simple y común beso tan correctamente que hasta te deja con mal sabor, al no tener a nadie quien besar (en mí caso).

Al final me deje de tonterias y me dirigí hasta donde estaba el chico atendiendo.

Puse la bolsa de chupetas de cereza y el café frío amargo que compré.

—¿Solamente? -preguntó.

—E-eh, ¡s-sí! - ¿Por qué estoy tartamudeando? ¿Tan nerviosa estoy?

—Serían 8.250 wones.

—¡Oh! Claro. -saque mi tarjeta de crédito y se la entregué.

Me entrego la tarjeta y las cosas en una bolsa, la cuál agarré y me fui. Sí, estaba caminando a la salida sin haberle pedido su ayuda, sin haberle dicho nada sobre lo que necesitaba. Zeus, dame fuerzas, mándame un rayo de fuerza, porque soy demasiado cobarde.

Respirando profundamente, voltee mi cuerpo y me dirigí hasta donde estaba él.

—Disculpa.

Este volteo y me miró. —¡Oh! ¿Ocurre algo? ¿Te cobre de más?

—Eh, no no no, nada de eso. Yo simplemente.

—¿Tú?

—¿Me podrías ayudar con aquello?

—¿Qué es aquello? -me estaba colmando la paciencia.

—Describir un beso.

Este se sorprendió por la confesión tan repentina. Y abrió sus labios para decir algo, pero simplemente se volvió a la caja para sacar algo.

Un papel, en el cual me entrego.
Y en el tenía su número de teléfono.

—Ese es mi número, hoy salgo tarde de trabajar, así que no creo que querías esperar, pero mañana salgo temprano, por lo que, podrías llamarme y ponernos de acuerdo para poder ayudarte.

Mis mejillas estaban rojas como cerezas, estaba realmente avergonzada, yo jamás tuve que pedir ayuda para mis escritos, me consideraba alguien realmente fluida y creativa, pero los temas de los besos me estaban matando.

—G-gracias. Te llamaré mañana. Adiós. -hice una breve reverencia y me fui sin esperar alguna respuesta de este.

Universo bendito, estaba realmente muy nerviosa, yo jamás me ponía así por algo tan simple como hablar con un chico. Pero del solo pensar que me ayudara a detallar un beso en libro, me ponía un poco tímida y ansiosa.

¿El por qué? Bueno eso será una duda sin respuesta que no obtendré por ahora.
Por ahora.

Llegué a mi apartamento, siendo recibida por mi perro, caminando más adentro me di cuenta que destrozo el sofá. Me voy matar, ese sofá me costó un montón, no sé que hacer asesinarlo, tirarlo a la calle o simplemente dejarlo pasar.

Probablemente la tercera.

Saque mi celular del bolsillo izquierdo, en el que también venía el papel del chico, dónde estaba su número y su nombre.

Hyunjin.

¿Sería muy intensa si le escribo ahorita mismo?
No creo que se moleste, pero....
¿Y si tiene novia?

Bueno hoy dijo que salía tarde. No creo que conteste hasta que llegue a casa. Igual mandarle un mensaje no tendrá nada de malo. ¿No?

Agende el número y le escribí.

¡Hola! Soy la chica del supermercado (Mial), te escribo para que nos pongamos de acuerdo para mañana, espero que no te moleste. Eh, ¡buenas noches!

Enviado.

¿Nada saldrá mal? Ok, ¿No?