#1

73 5 0
                                    

Yo era... ¿normal?, no tenía muchas virtudes más que mis grandes ojos carmesí, mi gran habilidad de hacer amigos y mi manera de controlar las situaciones violentas era única; ahora que caigo por un precipicio sin poder hacer nada lamento tanto los males que hice (aunque no fueran muchos), lloro por las cosas horribles que pude haber dicho alguna vez, grito porque no quiero desaparecer de este mundo, no sin antes despedirme bien de las personas que tanto amo. La luz se va haciendo cada vez más pequeña y mi pánico aumenta, lo único que puedo pensar es "Lo siento madre". A esta altura ya no puedo pensar en nada más que en mi muerte, en mi vida, en todo mi pasado del cual nunca supe... Estoy a punto de estrellarme en el fondo de este pozo, lo sé, no puedo hacer nada más que esperar sin miedo el momento, tengo que aceptarlo. El aire comienza a irse, siento como si estuvieran sujetando mis brazos y piernas a la fuerza, como si alguien me jalara a otra dimensión, trato de resistirme pero es inútil lo cual me desespera aún más, poco a poco mis ojos comienzan a cerrarse aunque yo no quiera y finalmente caigo en un profundo sueño.

 


Capítulo 1

Un  rayo del sol me deslumbra y hace que reaccione, mi cabeza arde a más no poder y siento como si una estampida de perros me hubiesen pisoteado.  Me levanto débilmente del suelo y me doy  cuenta de que estoy... ¿afuera del pozo?... Sí, porque lo estoy viendo justo enfrente de mí pero lo que no entiendo es lo que paso anteriormente. Me recargo en un árbol y observo el ambiente, siento como si algo estuviera mal, como si algo no cuadrara aquí. Al poco tiempo me doy cuenta de que el cielo no es azul celeste si no blanco y que las nubes son las azules en este caso. Me siento desconcertada, no entiendo nada, tengo la necesidad de salir corriendo en busca de alguien que me dé respuestas. Primero que nada ¿Por qué sentí que alguien me empujaba a ese pozo? Y segunda ¿Por qué el cielo es así? Comienzo a caminar rodeando el pozo y comienzo a pensar sin dejar de verlo, no es como que me sintiera tan fuera de lugar porque juro que anteriormente yo ya había estado aquí, lo sé porque el ambiente se me hace tan familiar y agradable como para.... ¡¿Pero qué demonios?! ¡Está temblando¡


Me pongo en modo alerta al sentir como el suelo vibra y al ver como las hojas de los árboles (los cuales también son diferentes, con hojas enormes del tamaño de mi cabeza y de un tronco más largo que dos postes de luz) y comienzo a voltear a los lados para ver si encuentro a alguien lo cual es inútil ya que obviamente no habría nadie en medio de un bosque (quiero pensar que estoy en uno) con tremendo temblor. Después de unos minutos el sismo termina y yo me relajo un poco, me tiro de rodillas y me quedo viendo al cielo. Pongo mi mano arriba y veo como está tapa algunos rayos de sol.

 Finalmente me canso y bajo lentamente mi mano junto con mi mirada y me quedo seria, como si esperara que algo más pasara, esperando a que alguien viniera a recogerme, esperando a que mi madre baje del cielo y me lleve con ella... No espero morir si me doy a entender mal, lo que quiero decir es que quiero estar una vez más envuelta en sus brazos, aunque sea en un sueño yo solo sé que la quiero de vuelta... Pasa el tiempo y no parece cambiar nada más que las nubes que se mueven y forman figuras abstractas.


Me siento y recargo mi espala en el pozo el cual está ahí aumentando más mi curiosidad y de la nada el temblor regresa. Me levanto rápidamente del suelo y miro los árboles para ver si alguno de ellos tiene planeado caer y aplastarme. A los segundos el temblor cesa pero poco después regresa y aumenta más su fuerza, esto pasa como unas dos o tres veces más hasta que escucho algo como si fueran enormes pisadas, pisadas de un gigante de más de tres metros; volteo a mi derecha y veo algo enorme acercándose hacía mí. Me alarmo aún más al ver esto pero como bien dicen "La curiosidad mató al gato" y este casi es mi caso.

Otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora