' Last dance ' - Cutilicha

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¿Qué te venís a hacer el bueno? Te juntas ahí en la esquina con tus amigos, fumando haciéndote el canchero con una birra en la mano sacándole el pecho a cualquiera que pase por delante tuyo, sonriéndole con ese gesto cínico que ambos sabemos que únicamente lo usas cuando te sentís tan solo en una sala llena de música alta, luces de colores y el humo de una máquina de mierda que lo único que provoca es que el ambiente se sienta más pesado.
Igual te pido que me expliques, porque por más que lo intente comprender no entiendo, en que momento pensaste que estar rodeado de tanta falsedad, de esos que se hacen llamar tus amigos, de esos que aparecen en el momento que avisas que temes plata para salir, era mejor que mantenerte conmigo. No es que me crea la gran cosa, pero no entiendo qué carajo es lo que te pasa por la cabeza. Aunque... no, espera... ¿Sabes qué no? Si, si soy la gran cosa. Si estuve para vos en el momento que no existía ni un alma alrededor tuyo y ni siquiera llegabas a comprender quien era la imagen que te regresaba el espejo, cuando te sentías un arrapo destruido, cuando ni siquiera podías sostenerme la mirada por mucho tiempo porque te sentías avergonzado de vos mismo, cuando era solo yo el que podía ver lo que no querías mostrarle a los demás. Entonces te pido que me expliques ¿Por qué me dejaste solo cuando dijiste que me amabas? Teníamos algo bueno, algo sano, o al menos creía que eramos algo como eso ¿Fueron todas ilusiones puestas en un escenario que solo yo cree? Creo, realmente creo que solo te aprovechaste de una oportunidad que se te presento. Te encontraste con un boludo que amo, ama y va a amar incondicionalmente y te aprovechaste, pero, es gracioso, creo que te confundiste de persona porque no lo mereciste y no me mereces y espero que me llores tanto que se te desgarre el alma al momento de que un recuerdo mío pase por tu cabeza. Espero que te des cuenta del error que cometiste y que llores, que llores hasta desbordar un rio cuando nadie responda tu teléfono en tus pozos de desesperación y que te lamentes cuando recorras las mismas calles que compartíamos, que te duela el momento donde creas ver mi rostro en algún tumulto de gente al caminar y creas que está muriendo una parte de vos en el momento donde, por alguna casualidad de la vida, te aparezca como un fantasma en alguna red social.
Porque la verdad mereces pasar por toda la mierda y todo el dolor del mundo. Nada de lo que puedas llegar a sentir se podría siquiera comparar con un tercio de lo que yo sentí. Me mentiste sin siquiera merecerlo, me traicionaste cuando todo lo que tenía para brindarte era amor. Pero me canse, ya no voy a gastar tiempo acribillando mi mente pensando en que hice mal o que tendría que haber hecho mejor porque... Porque yo no me equivoque esta vez.
Esta es mi despedida que, con cada palabra, cada error al escribir, cada acento mal puesto producto de mi angustia estoy borrando todo lo que queda de vos en mí, del olor de tu perfume, de cómo te gustaba tomar el café por la mañana, de cómo repasabas punto por punto cada ultima cosa que hiciste antes de salir para no olvidarte de nada, de cada uno de los momentos que vivimos y de cada recuerdo que aún quedaba guardado en mi corazón. Porque después de esto ya no va a existir un nosotros, porque a pesar de que todavía existe un sentimiento de amor que me desborda de la piel sin siquiera pedirlo ya no quiero ahogarme en tu sonrisa ni sentir una masa pesada y espesa en los hombros cada vez que noto como continuas tu vida tan tranquilo mientras yo tengo que volver a pegar con cinta los pedazos de mí que rompiste.
Merezco ser feliz y voy a tomar por eso, voy a tomar para olvidarme hasta de tu apellido y hacer un ritual ridículo con mis amigos para quemar cada una de las cosas tuyas que quedaron en mi casa junto con esta carta y que todo arda. El fuego va a ser mi aliado en nuestra batalla final, el ultimo testigo de mi dolor antes de que pueda comenzar de nuevo.
Ojala fueras digno de leer esta carta, ojala alguna vez seas capaz de entender, ojala algún día vos también puedas ser feliz.

Atentamente: Lisandro Martínez.
Para: Cristian... ¿Qué?