No puedo creer que estés aquí hermosa, el aquí y el ahora son bastante confusos, la imagen de ti se diluye entre el viento y el sol y tu perfume llega a mí de forma intensa; te escucho reír a carcajadas, estoy algo mareada y desorientada; aunque por un instante te tengo después de tantos años de vacío y dolor. Aun usas esa ropa, eso quiere decir que ¿de verdad ya no estás?… ¿te fuiste en definitiva? Una ola de dolor me invade mientras intento alcanzar no sé si a ti o a tu espectro; todo es tan confuso princesa pero en serio me alegra verte, no sé dónde estoy o dónde estamos, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué justo ahora? Fueron años de dolor y desesperanza; desde que no estás mi vida no es la misma y el fuego intenso en mi interior me está consumiendo. Sin embargo me has dado un premio y es el poder verte de nuevo, me aferraba a tu recuerdo con fervor aunque empezaba a olvidarte y eso, eso te juro me partía el alma; porque olvidarte, olvidar lo que vivimos es borrar mi propia existencia; no sé si estoy soñando pero me quedaré a contemplarte infinitamente en este vacío donde no existe el tiempo y pagaré el precio que sea necesario para permanecer aquí contigo.
Empecé a seguirte y te alejabas de mí como la sombra, grité tu nombre mil veces desde lo más profundo de mis entrañas (sólo quería volver a abrazarte) pero tu imagen se dispersaba cada vez más mientras mi alma se desgarraba por completo, te volvía a perder, una vez más te me ibas de las manos; el hecho que nos trajo aquí en primer lugar se repetía y te volvía a perder carajo, te perdía esta vez, una vez y otra vez; te perdía a diario, en días y todos los días que despertaba a esa horrible pesadilla que era la vida, el mundo en el que tú ya no estabas; y ¡no! No lo voy a permitir, tomaré todas mis fuerzas e iré hacia ti y si en definitiva te vas a ir; por favor llévame contigo, no soporto esta mierda ni un minuto más.
- Ale, Ale, Ale despierta, despierta, despierta… ( susurros)
Abro los ojos lentamente, luces por todos lados, un sonido plano y ruidos fuertes en mis oídos susurrando mi nombre: - Alejandra despierta, despierta, despierta… Me despierto aturdida en un lugar desconocido pero se sentía familiar, la paz que emanaba el lugar era inexplicable y por alguna razón todo el dolor con el que había cargado por años se había ido; debo reconocer que se sentía algo extraño, ya había olvidado lo que era vivir sin dolor, ya había olvidado por completo lo que era vivir; aunque de todos modos ¿estaba viva? Tenía una sensación distinta a la de la tierra y todo se sentía bastante celestial.
- ¿En qué estabas pensando cuando lo hiciste al?
- ¿Sara?, ¿eres tú?
- Sí, soy yo
- ¿Entonces estoy muerta?, déjame verte por favor dejam…
- Shhhhh ( pone un dedo en su boca como señal de silencio) estoy aquí, contigo no hay nada de que temer
- Por supuesto que hay mucho de qué temer, ¿dónde estás? Quiero verte (llora) te irás verdad, ¿te volverás a ir cierto?…
- No puedo estar aquí mucho tiempo y tú tampoco, tienes que volver
- No quiero hacerlo (llorando) no puedo (tiembla) no no ¿por qué?
- Tienes que dejarme ir pequeña, debes hacerlo… no puedes seguir haciéndote daño… mira lo que te hiciste ( se muestra y me muestra una imagen del suceso que me envió al coma)
- Es que ya no puedo más con éste dolor, estoy cansada sabes; cada lugar de la ciudad tiene marcada una ocasión de las dos: cada semáforo, cada esquina, cada cafetería, cada bar, cada biblioteca… cada fotografía; cada instante de esta vida me recuerda de mala gana tu hermosa sonrisa y tu corto pero hermoso paso por el mundo; nuestros paseos en bici, nuestras interminables platicas e intensas miradas, nuestras danzas en el closet mientras nos probábamos ropa, nuestros infinitos silencios y fuerte compañía en momentos difíciles, nuestro dolor y nuestra paz… nuestro TODO ( llora desconsoladamente).Es tan precioso volver a verte creí que estaba soñando, pero esto es mucho más que eso, es como un sueño dentro de otro sueño y en realidad no quiero despertar.
- Tienes razón, lo que vivimos fue y será siempre hermoso; es nuestro mayor tesoro, es el tesoro de ambas (agarra el rostro) ¿por qué permites que algo tan hermoso te haga tanto daño?, ¿por qué dejas que te destruya de esa forma? Estoy en ti tanto como tú estás en mí y si no me dejas ir no sólo te marchitarás… secarás todo a tu alrededor
- ¿Pero cómo podría dejarte ir si eres todo lo que tengo? Si me he aferrado a ti y aun así me siento vacía, dejarte ir sería mucho peor que morir
- Cuando te digo que me dejes ir me refiero a que me sueltes, acepta la idea de que no estoy, enfrenta el dolor y no le huyas… pero de mí lo tendrás todo, estaré en todas partes: estaré en la brisa, en el café que te tomes por las mañanas, en tu primer suspiro, estaré en los árboles y en el aroma tan dulce de las rosas
- Pero no estás muerta verdad, yo sé que no lo estás nunca encontraron tu cuerpo
- Tu sabes la respuesta Ale, lo sabes, lo sabes pero no lo aceptas… recuerda por favor
- No!, nooooo esto no es real y no estás muerta, no puedes estarlo ; todo fue mi culpa ( llora)
- Tienes que parar, han pasado muchos años y lo que has estado haciendo no es vivir Alejandra, ¿por qué te castigas de ese modo y por qué castigas a Sebastián?
- ¿Sebastián?
- Sí, Sebastián tu esposo recuerdas te casaste y siendo honesta por un momento pensé que sería bueno para ti, aunque lo que es claro es que tú no eres buena para él; mientras yo siga en tu vida no habrá espacio para nadie más y Sebastián se merece mucho más que eso, tienes que despertar, debes luchar; hazlo por ti, hazlo por mí… hazlo por él, no te sigas hiriendo de esa forma.
- ¿No puedo quedarme aquí contigo? Es mucho más cálido si estás cerca
- Ese es el problema, no estoy pero tú sí y debes vivir esa vida; tuviste una segunda oportunidad, yo ni siquiera tuve una
- Todo habría sido más fácil si hubiera muerto contigo ese día
- No digas tonterías, aunque después de eso no sé si hayas tenido vida.
- Déjame quedarme por favor (llora)
- Luna, recuerdas
- ¿Luna?
- Sí, Luna el nombre que dijimos que le pondríamos a nuestra hija, LUNA suena hermoso no crees
- Sí suena hermoso, ¿pero a qué va todo esto?
- A que debes despertar, se lo debes a LUNA que ya está creciendo en ti… no puedes hacerle esto a nuestra niña
- Espera, estás diciendo que ¿estoy embarazada?
- Tienes una oportunidad nuevamente Alejandra, no dejes que el dolor te ciegue; no fue tu culpa, es ¡suficiente! debes vivir una buena vida
- Espera ¿a dónde vas?
- No puedo quedarme por más tiempo y tú tampoco.
Después que desperté del coma mi vida no es la misma, mi dolor no se ha ido pero lo veo de forma distinta, todos los lugares que antes veía con dolor, pude con el tiempo incluso verlos con ojos de amor porque por alguna extraña razón siento a Sara en todas partes: en la brisa, en el café que te tomo por las mañanas, en mis suspiros, e incluso la veo en árboles, en las hojas y en el aroma tan dulce de las rosas; es como si ella más que nunca estuviera conmigo y eso me da mucha paz y aunque no la he dejado ir, pude aceptar que ya no está conmigo físicamente en este plano astral; sin embargo es y será siempre mi gran amor, amor de mis amores pero no mi único amor pues decidí abrir un poco mi corazón para Sebastián y sé que ella lo aprobaría, no sé por qué tengo esa sensación. En pocos días nacerá nuestra niña, decidimos llamarla LUNA, es un nombre bastante precioso y a Sebastián le gusta mucho, así que decidí ir a terapia por mi niña; necesito estar bien para ella y en cuanto a Sara aunque la dejé ir nunca la olvidaré.
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EFÍMERO
RomanceAlejandra debe enfrentar la cruel realidad de la ausencia de su amada Sara de una forma tan dolorosa como reconstructora.